1. Las acciones están cotizando en el miedo, por lo que por definición, gran parte de esta actuación es irracional. Los bonos están muy caros y las acciones baratas en estos momentos. Las empresas están preparadas para una desaceleración económica: Recortaron costes, no contrataron, y tienen enormes cantidades de efectivo.
2. El miedo puede imponerse por un corto espacio de tiempo, pero en última instancia, las acciones cotizarán dependiendo de sus múltiplos de ganancias.
3. Los operadores profesionales están presionando a los bancos europeos y a la deuda soberana.
Recuerden mis palabras: De tres a seis meses a partir de ahora, vamos a encontrar como muchos de los grandes fondos que en los últimos informes presentaban rentabilidades negativas de un 10% a un 20%, han revertido esta situación, y terminarán el año 2011 en positivo, debido a sus posiciones cortas en los bancos europeos y en la deuda soberana europea.
