Investigadores de la ciudad de Rosario (Argentina) lograron modificar el ADN de una bacteria para que emita luz verde fluorescente cuando detecta oro.
Los resultados del trabajo -que podría ser la base de herramientas económicas de alta sensibilidad para la búsqueda de ese metal- fueron publicados en la revista científica Biotechnology and Bioengineering y fueron distinguidos con una mención en el área de Investigación Aplicada del Concurso Nacional de Innovaciones organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
Para crear esas bacterias altamente sensibles al oro, los autores del estudio emplearon tíécnicas de ingeniería geníética. “La bacteria Salmonella typhimurium ya posee componentes celulares [proteínas] que utiliza para poder crecer en medios contaminados con oro. Entre ellas, la proteína sensora GolS, que tiene la capacidad de detectar oro en cantidades muy pequeñas y desencadenar como respuesta la producción de otras proteínas que eliminan rápidamente este metal del interior de la cíélula, lo que le permite a la bacteria sobrevivir en condiciones desfavorablesâ€, explica una de las directoras del proyecto, la doctora Susana Checa, investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), dependiente del Conicet y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Y agregó: “En el laboratorio, estudiamos el funcionamiento del sistema de detección y de respuesta al oro en el nivel molecular. Utilizando esa información, pudimos modificar la bacteria mediante ingeniería geníética, para acoplar la detección de oro a la producción de una proteína verde fluorescente, para que emita luz de ese color en presencia del metalâ€.
Como la Salmonella es patógena, lo que complica su utilización en el laboratorio, los autores del desarrollo decidieron transferir ese sistema de detección de oro a una cepa de otra bacteria que no causa enfermedad y que se usa habitualmente en los laboratorios de todo el mundo.
“Elegimos una cepa inocua de Escherichia coli que no posee el sistema de detección y de resistencia al oro. Posteriormente, mediante ingeniería geníética logramos transferir el sistema deSalmonella junto con el componente que permite acoplar la detección del metal a la producción de luz verde fluorescente a la bacteria no patógenaâ€, afirmó la doctora Checa, investigadora asociada en el laboratorio de “Transducción de señales en bacterias patógenasâ€, que dirige el doctor Fernando Soncini.
Cuando la bacteria Escherichia coli ya modificada entra en contacto con oro en solución -el metal debe estar solubilizado-, se libera en su interior una cantidad de luz verde fluorescente que guarda una relación directa con la cantidad de oro presente en el entorno.
“Así es posible estimar la cantidad del metal presente en una muestra a travíés de una medida simpleâ€, afirmó Sebastián Cerminati, que realizó el trabajo experimental como becario de doctorado del Conicet.
Checa destacó que el “sensor de oro†transferido a la bacteria es muy sensible y no reconoce otros metales similares, como el cobre y la plata. “Es una ventaja, ya que en los depósitos íéstos suelen encontrarse junto al oroâ€, indicó la investigadora.