Por... DANIEL WAGNER y DAVID K. RANDALL
NUEVA YORK -- Una creencia reforzada de que el país se encamina a otra recesión provocó en el mercado bursátil la cuarta semana consecutiva de píérdidas.
Los principales indicadores fluctuaron durante buena parte del viernes, y el decremento se aceleró poco antes del cierre.
"Simplemente no sabemos si vamos a tener una recesión", dijo John Burke, director de Burke Financial Strategies.
Los inversionistas comenzaron la semana con un sentimiento de mayor confianza despuíés de la volatilidad de la semana pasada, la peor que ha tenido el mercado desde la crisis financiera del 2008. El Dow subió casi 215 puntos el lunes cuando Google, Time Warner Cable y Cargill, entre otras compañías, anunciaron acuerdos multimillonarios. El mercado permaneció relativamente tranquilo los dos días siguientes. Pero el jueves, un raudal de malas noticias económicas en Estados Unidos se combinó con preocupaciones sobre los problemas de deuda en Europa y enviaron al Dow a la baja 419 unidades.
El viernes hubo pocas noticias para ayudar a los inversionistas a determinar sus siguientes movimientos, y algunos comerciantes no quisieron correr el riesgo de quedarse con títulos si empeora la situación en Europa antes de que las operaciones se reanuden el lunes en Nueva York. Así que comenzaron a realizar ventas durante la tarde.
Los inversionistas europeos tambiíén fueron cautos; las acciones bancarias cayeron a su nivel más bajo en casi dos años y medio, empujadas a la baja por rumores sobre píérdidas potenciales de bancos a raíz de bonos emitidos por gobiernos altamente endeudados.
"Estas cosas usualmente estallan durante el fin de semana y entonces uno tiene el lunes un arranque brusco para reaccionar", señaló Mike McGervey, director de McGervey Wealth Management.
La caída al final de la jornada recordó la crisis del 2008. Entonces, muchos inversionistas aumentaron su venta en las tardes del viernes por temores de que otro banco pudiera caer en el fin de semana, como ocurrió a Lehman Brothers el domingo 15 de septiembre.
El promedio industrial Dow Jones cayó 172,93 puntos (1,6%), a 10.817,65. En la semana perdió 4%. Desde el 21 de julio, justo antes de que el mercado iniciara su desplome, el Dow ha retrocedido 15%.
El índice Standard & Poor's 500 se contrajo 17,12 unidades (1,5%), a 1.123,53, con una píérdida de 4,7% en la semana. El índice compuesto Nasdaq decreció 38,59 enteros (1,6%), a 2.341,84; descendió 6,6% en la semana.
Tres acciones bajaron por cada una que subió en la Bolsa de Valores de Nueva York. El volumen de operaciones se ubicó por encima del promedio, con 5.300 millones de títulos intercambiados.
Aunque cayeron las acciones, los inversionistas no buscaron la seguridad de los bonos gubernamentales, como lo hicieron en las tres semanas previas. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, el cual se mueve en sentido contrario a su precio, subió a 2,07%, de 2,06% del cierre del jueves. Al inicio de la jornada estuvo incluso en 2,11%.
Desde el 21 de julio el mercado ha ido de una crisis a otra, y el debilitamiento de la economía estadounidense ha sido la causa principal de la venta.
Es probable que la próxima semana haya más volatilidad en el mercado. El viernes, el gobierno reportará su segundo estimado sobre el comportamiento de la economía durante el segundo trimestre. Hace un mes dijo que el producto interno bruto creció únicamente 1,3% en ese período. Economistas esperan que el gobierno anuncie una lectura más baja: 1,1%. El reporte del PIB a finales de julio contribuyó a las fuertes píérdidas del mercado, al igual que la revisión al estimado para el primer cuarto del año: 0,4%.
En Europa, el índice británico FTSE 100 cerró con píérdida de 1% a 5.040,76 puntos; el indicador alemán DAX bajó 2,2%, a 5.480,00 unidades, y el índice francíés CAC-40 terminó con un retroceso de 1,9%, a 3.016,99.
En Japón, el índice Nikkei 225 cayó 2,5%, a 8.719,24 puntos.
El crudo de referencia West Texas Intermediate para entrega en septiembre descendió 12 centavos, a 82,26 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York, luego de subir incluso a 83,55 dólares. En el mercado ICE de Londres, el crudo Brent del Mar del Norte se incrementó 1,63 dólar, a 108,62 por barril.