El pacto de Sacyr con Pemex para ganar influencia en la gestión de Repsol ha hecho que se cierren filas en la constructora. Los accionistas últimamente beligerantes, Demetrio Carceller (15,7%) y Juan Abelló (9,6%), apoyaron el lunes en reunión del consejo la estrategia de Luis del Rivero.
Las fisuras en el consejo de Sacyr, que acabaron con resoluciones de la última junta de accionistas impugnadas ante los tribunales, no han hecho mella en los planes de la compañía para ganar peso en Repsol.
Fuentes cercanas al grupo de construcción aseguran que hay unanimidad en torno al acuerdo con Pemex para sindicar los derechos de voto en la participada y sumar hasta el 29,8% del capital.
Distintas vías para conseguir más poder se habían debatido durante meses, con todos los dominicales de Sacyr coincidiendo en que debían dar un golpe de mano en la petrolera. Y fue el lunes, cuando Carceller, Abelló y demás aprobaron en consejo el noviazgo con Pemex.
A principios del verano el presidente, Luis del Rivero, ya tenía todas las bendiciones para sondear las distintas opciones que llevaran la participación del 20% al umbral de la opa (30% del capital) sin la necesidad de invertir.
La operación de refinanciación de los 5.175 millones de deuda, que la constructora contrajo para pagar el 20% de la petrolera (el saldo vivo en la actualidad es de 4.908 millones), terminó por precipitar los acontecimientos. La banca acreedora demanda que Sacyr demuestre capacidad de influencia en la política de dividendos de Repsol. Y es que la firma que preside Luis del Rivero atiende los intereses del críédito con la remuneración de la participada.
Sacyr encontró en Pemex un aliado: la mexicana invertirá hasta 1.225 millones para pasar de su histórico 4,8% al 9,8%. Además, presta sus votos en decisiones clave de la petrolera y garantiza por escrito que Repsol mantendrá su "españolidad".
Ya en la jornada del martes, Del Rivero se reunió con Antonio Brufau, tal y como adelantó CincoDías, para informar de sus planes al presidente de la petrolera.
Consejo clave
Del Rivero expuso el pacto en el consejo de Sacyr celebrado el lunes, en el que las refriegas internas "quedaron aparcadas para sacar adelante una estrategia positiva para Sacyr, poniendo en valor su inversión, y que tambiíén beneficia a Repsol", según fuentes conocedoras de la reunión. A partir de este punto, Carceller y Abelló retomarán en octubre su enfrentamiento en los tribunales con el presidente Del Rivero y el consejero delegado Manrique, despuíés de que estos se reforzaran con sendos dominicales en mayo.
Acerca de las posibilidades del tándem que forman Sacyr y Pemex, los analistas de Espírito Santo opinaban ayer que a ambos accionistas de Repsol les será muy complicado tomar el control con el 30%. Al respecto, la constructora explica que la ofensiva no tiene que ver con alcanzar el poder sino con la "participación, colaboración e influencia en la mejor gestión de Repsol, excluyendo la adquisición del control". Idíéntico mensaje al que se remitió el lunes a la CNMV.
Temor entre los minoritarios
La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) reclama una opa sobre Repsol. Lo hizo ayer a travíés de un comunicado en el que expresa su rechazo al acuerdo entre Sacyr y Pemex, interpretado por el colectivo como "una amenaza importantísima" para los pequeños accionistas de Repsol.
La asociación considera que el acuerdo puede suponer un cambio de control "real" en la petrolera y que, por tanto, exigiría la presentación de una opa por parte los dos accionistas que se han sindicado. Sin embargo, "el pacto dedica casi más extensión a introducir mecanismos para evitar la opa que a sus restantes contenidos", reconoce Aemec. A su juicio, se tratar de un fraude de ley tanto en lo referente a la normativa comunitaria como a la española. La asociación tambiíén pone en duda la legalidad de puntos como la suspensión de la sindicación en caso de superar el 30% de Repsol o el pacto de votos. Y advierte de que solicitará el cese de los consejeros de Pemex y Sacyr por conflicto de interíés.