La entidad financiera quiere blindar a su participada, considerada estratíégica, del conflicto accionarial desatado en el seno de la petrolera tras la alianza entre Sacyr y Pemex.
La Caixa, el segundo accionista de Repsol, con el 13%, todavía no se ha pronunciado sobre el pacto de Sacyr y Pemex, que permitirá a los dos nuevos socios controlar el 29,8% de la petrolera y tener una influencia significativa sobre las decisiones que se adopten en la compañía presidida por Antonio Brufau.
La entidad financiera se ha remitido al consejo de administración que celebrará Repsol a finales de septiembre (si antes no se convoca uno extraordinario) para dar a conocer su opinión. En donde La Caixa no quiere sorpresas es en lo relativo al futuro de Gas Natural-Fenosa, su joya industrial, que controla gracias a un pacto de accionistas con la propia Repsol.
Nada de contaminación
La Caixa velará para mantener el control de Gas Natural, sin que los movimientos en Repsol salpiquen a la gasista. Entre la entidad financiera y la petrolera suman, según los últimos datos, el 67,89% del capital de la gasista.
El 37% está en manos de La Caixa y el 31%, en las de Repsol. Este blindaje accionarial fue uno de los asuntos que se puso sobre la mesa cuando, en 2008, la rusa Lukoil trató de comprar, sin íéxito, el 30% de Repsol. Ahora, tras el acuerdo entre Sacyr-Pemex, podrían revivirse viejos fantasmas.
Pero según fuentes próximas a la operación, no existen motivos para la preocupación. El pacto parasocial de control conjunto de La Caixa y Repsol en Gas Natural se basa en tres pilares: que no exista un cambio de control en la entidad, en la petrolera, o en la propia gasista; que La Caixa y Repsol mantengan siempre más del 50% de forma conjunta de Gas Natural; y que ninguno baje de una participación del 15%.
La alianza entre Sacyr y Pemex, a priori, no supone un cambio de control en Repsol. Los dos aliados se han limitado a decir que quieren más presencia en la gestión y la creación de la figura de un consejero delegado. Ayer, la Comisión Nacional de la Energía señaló que no va a investigar el movimiento, ya que no afecta a la denominada función 14, sobre cambios de control en energíéticas.
La alianza entre Pemex y Sacyr tambiíén ha desatado rumores sobre el futuro de Gas Natural al manifestar que se comprometen a “mejorar la coordinación y obtención de sinergias de la participadas relevantes de Repsolâ€. Aunque se ha aireado la idea de que si Sacyr y Pemex se hacen con la gestión de Repsol lo primero que harán será liquidar la participación en Gas Natural, no parece el escenario más inmediato.
La venta del 31% de Gas Natural por parte de Repsol, no está, de momento, en la agenda de Sacyr y Pemex. Pero eso no significa que puedan deshacerse parcialmente de las acciones como parte de su estrategia para “contribuir a una mejor valoración por el mercado de Repsolâ€, como subrayaron en el acuerdo anunciado el lunes.
Consejo unánime
Llegado el caso, el pacto parasocial entre La Caixa y Repsol en Gas Natural seguiría vigente siempre que la petrolera no bajara del 15%. En los últimos años, una propuesta de Sacyr a Repsol es vender parte de Gas Natural, pero manteniendo al menos el 15% para que el pacto parasocial siga vigente, y el control de la gasista totalmente blindado.
En el sector energíético creen que una venta parcial de Gas Natural por parte de Repsol sería incluso positiva para la gasista, ya que, de esta manera, elevaría su free float y tendría más visibilidad en bolsa. En cualquier caso, La Caixa recompondría el pacto parasocial para adaptarlo a las circunstancias.
A medida que pasan los días se conocen nuevos detalles sobre el movimiento de Sacyr. Entre ellos, destaca el apoyo unánime que su consejo de administración dio al presidente de la constructora para realizar la operación, incluido el de Demetrio Carceller y Juan Abelló, enfrentados a Del Rivero en los tribunales. Repsol subió ayer un 1,9%, hasta 20 euros por acción. Sacyr cerró a 5,3 euros, un 1,6% más.
