11/06/2008
Lewis Hamilton ha saboreado la acidez de la Prensa británica tras su jaimitada del domingo en Montreal y ahora se defiende con el particular punto de vista que caracteriza su perspectiva de las políémicas que protagoniza. El piloto de McLaren suele desenvolverse en el terreno de la medianía, así que no tiene reparos en admitir su responsabilidad en lo ocurrido pero cuestionando la conveniencia de la norma: "Personalmente, pienso que esta regla es una completa estupidez. ¿Es posible ver una luz roja al final del pit lane cuando estás en plena carrera? Pero así son las normas y tengo que aceptarlas".
El subcampeón mundial olvida con estas declaraciones en los medios de su país la necesidad de esta normativa para garantizar la seguridad cuando la carrera está neutralizada, además de que el resto de sus compañeros de parrilla (como Raikkonen y Kubica) sí fueron capaces de frenar el coche ante una luz roja, uno de los principios básicos de cualquier conductor. Y por eso justifica todo lo ocurrido: "La verdad es que no podía entender todo lo que había sucedido en sólo treinta segundos. Tuvimos una parada en boxes demasiado larga y me encontríé dos coches delante de mí a la salida del pit lane. De repente se detuvieron y yo estaba demasiado ocupado con todo esto como para darme cuenta de que había una luz roja".
Con tales argumentos, es comprensible que Hamilton no comparta la penalización de perder diez posiciones en el GP de Francia que la FIA le impuso por el incidente: "En Magny-Cours tendríé que arrancar diez posiciones por detrás de lo que consiga en la calificación. Me parece que es excesivamente duro, porque yo no pretendía en ningún momento arruinar la carrera de nadie".
Aunque tambiíén avisa a todos sus rivales de que no piensa rendirse frente a las adversidades: "Todo esto me hace más fuerte. Esperemos para ver quíé ocurre en Francia, aunque las cosas no han cambiado para mí. Sigo teniendo la misma confianza en mis posibilidades y en las de mi equipo, no estoy enfadado o deprimido. El trabajo de Canadá no sirvió de nada, pero tenemos un gran coche y seguiremos adelante".
