España es el tercer país de Europa con más empresas golpeadas por la crisis
Por Josíé María Triper en el Economista
Las empresas españolas empiezan ya a pagar las consecuencias de la crisis del críédito y el endurecimiento de las condiciones financieras, dejando tras de sí una secuela de quiebras, insolvencias y miles de desempleados, que se incrementan mes a mes y que sitúan a España en el tercer lugar de Europa y el quinto del mundo en el ranking de países más damnificados por el impacto de la crisis.
Los datos del estudio The Global Crisis, realizado en 14 países por el grupo Atradius y Críédito y Caución, no pueden ser más reveladores: más de la tercera parte de las empresas entrevistadas en todo el mundo (un 36 por ciento) afirma que se ha visto afectada por la crisis. Lógicamente el mayor impacto se registra en EEUU, país origen de la crisis, donde los perjuicios de la crisis afectan al 68 por ciento de todo el tejido empresarial.
Míéxico, en segundo puesto
A continuación figura Míéxico, cuya economía tiene una fuerte dependencia de las exportaciones a su vecino del norte, y donde las empresas perjudicadas son ya el 60 por ciento. Mientras, el tercer lugar corresponde a Italia con el 58 por ciento, país este que encabeza la lista de damnificados en Europa .
El Reino Unido y España con el 46 y el 36 por ciento, respectivamente, de empresas afectadas, se sitúan inmediatamente por detrás de Italia, en claro contraste con la situación de Suecia y Holanda que aparecen como los países más protegidos frente a la crisis crediticia.
El estudio de Atradius, para el que han sido entrevistados más de 2.500 altos directivos de otras tantas empresas a nivel mundial, concluye asegurando que "diversos factores vinculados a la crisis, como el endurecimiento del críédito y el incremento de los impagos causarán una ralentización del crecimiento y limitaciones en los negocios en expansión a lo largo de que lo que resta de 2008 y el inicio de 2009".
En el caso español, un reciente informe elaborado por Iberinform, la empresa de información comercial y financiera del Grupo Críédito y Caución apunta que aproximadamente una de cada diez empresas españolas, el 10,3 por ciento del total, incumplirá sus compromisos de pago durante este año.
Transmisión de morosidad
"La transmisión de la morosidad entre clientes y proveedores es responsable de una de cada cuatro situaciones de insolvencia empresariales", aseguran los autores del estudio, por lo que "resulta esencial tenerla en cuenta en los procesos de toma de decisión de operaciones comerciales".
Los datos por comunidades autónomas presentan sensibles diferencias. El mayor grado de morosidad esperada se concentra en Baleares, donde un 27,3 por ciento de las empresas se encuentran dentro de la bolsa de máximo riego. Asturias (16,2 por ciento), Andalucía (15, por ciento), Canarias (15 por ciento), la Comunidad Valenciana (14,4 por ciento), o Galicia (13,3 por ciento) completan la lista de regiones cuyas bolsas de riesgo resultan especialmente significativas. Los niveles más bajos se registran en Madrid (7 por ciento), La Rioja (5,9 por ciento), Navarra (5,6 por ciento) y el País Vasco (5,5 por ciento).
La tambiíén aseguradora francesa Coface, una de las dos compañías líderes mundiales del seguro de críédito y presente en 65 países, ha registrado un incremento del 45 por ciento en la morosidad en el pago y en las insolvencias de las empresas en los cuatro primeros meses de 2008 en relación con las cifras de siniestralidad del mismo período de 2007. Un deterioro que los analistas de Coface interpretan como "un claro signo del comienzo de una crisis de críédito".
Pocos sectores se escapan
Los analistas de Coface explican que la crisis se ha transmitido a la economía real por dos vías: "Por una reducción de la demanda americana que, principalmente, afecta a Norteamíérica y a los países y sectores orientados a EEUU, y por un incremento de las dificultades de acceso al críédito bancario".
Junto a estos factores, se encuentran además el incremento de los precios de las materias primas y de la energía, la apreciación de las monedas fuera de la zona dólar y una fuerte competencia de los países emergentes.
La aseguradora afirma que son "muy pocos los sectores que escapan a la crisis", aunque la metalurgia, química, mecánica, farmacia, tecnologías de la información y comunicaciones están reduciendo el impacto gracias a dos antídotos: "La buena orientación de sus mercados y una fuerte internacionalización".