Caja España-Duero ha preferido entregarse de forma incondicional a la malagueña Unicaja antes que al FROB con el consiguiente control del Estado. El consejo de la entidad castellano-leonesa ha aceptado el reparto de poder que exigía Braulio Medel, presidente de la andaluza: 70% de la nueva entidad para íél y 30% para Caja España.
Medel, el presidente más antiguo de una caja de ahorros en España, culmina por fin una fusión despuíés de cuatro intentos frustrados: CCM, CajaSur (estas dos acabaron intervenidas precisamente por el fracaso de sus fusiones con Unicaja), CajaSol (que prefirió unirse a Banca Cívica antes que ser controlada por Medel) e Ibercaja, con quien se rompieron las negociaciones a finales de 2010.
El consejo de Caja España, compuesto por 34 miembros, ha dado de este modo el visto bueno al acuerdo de integración cerrado recientemente por el presidente de esta entidad, Evaristo del Canto, y el de Unicaja, que consagra este evidente desequilibrio de poder, dado que Unicaja tiene un balance de 35.000 millones mientras que el de Caja España-Duero alcanza los 46.000.
Como ya informó El Confidencial en marzo, Medel estaba dispuesto a tensar la cuerda todo lo posible aprovechando las urgencias de su compañero de viaje. De hecho, inicialmente se conformaba con el 66% de la fusión, porcentaje que ha conseguido elevar finalmente hasta el 70%.
La culminación de esta fusión apaga uno de los múltiples fuegos que tenía abiertos el banco de España en el comienzo del curso y ahorrará al FROB 463 millones, que tendría que haber inyectado a la caja castellana si hubiera fracasado la operación.
Tambiíén es destacable la posición del Gobierno regional de Castilla y León, cuyo presidente, Juan Vicente Herrera, aplaudió ayer esta entrega del poder a Unicaja. No hay que olvidar las luchas de poder -con manifestaciones incluidas- que se produjeron con motivo de la fusión de las antiguas Caja Duero y Caja España dentro de la misma comunidad.
Este acuerdo crea la tercera entidad financiera formada por cajas de ahorros, por detrás de CaixaBank y Bankia. El nuevo banco tendrá unos activos que rondan los 80.900 millones de euros.
