La banca europea, con la francesa y la alemana a la cabeza, deberá absorber buena parte del descalabro griego. Aunque la quiebra del país y su expulsión del euro no se consideran el escenario central, la alternativa no es más alentadora. La quita del 21% de la deuda que se planteó en julio parece ya poca cosa. Los expertos hablan de recortes de hasta el 80%, una quita que se contagiaría al resto de la deuda perifíérica y tendría un coste adicional en la cartera de deuda soberana de la banca europea de 92.000 millones.
El descenso de Grecia a los abismos, cuyo fondo no parecían vislumbrar ayer los mercados, amenaza con arrastrar en su caída a medio sistema financiero europeo. Los bancos, especialmente los franceses y alemanes, son los principales tenedores de deuda helena y se verían fuertemente perjudicados tanto si hay que aplicar una quita sobre las obligaciones emitidas, como si se termina dejando al país quebrado y fuera del euro. Un cuantioso golpe que agravaría la ya delicada situación que padece un sector muy castigado.
El peor de los escenarios, la quiebra pura y dura, supondría que los bancos de Europa se encontrarían con 83.000 millones de euros en papel heleno sin valor real. "Requeriría una recapitalización de todo el sector para asumirlo", advierte Nuria ílvarez, analista de Renta 4. "Algunas entidades podrían soportar la provisión de toda su exposición sin ayuda. Otras no. El problema ahora es que el mercado lo mete todo en el mismo saco", añade. Así, las firmas francesas serían las más castigadas, a priori, pues acumulan papel griego por valor de unos 9.900 millones, seguidas por las alemanas, que se estima que cuentan con otros 7.300 millones. La banca española, por su parte, solo acumula 448 millones de euros, según los datos de Banco de España. Esa tranquilidad, no obstante, sería solo inicial, pues si Grecia queda expulsada del euro "habrá un efecto contagio para el resto de países, sobre todo para los rescatados", asume ílvarez, lo que podría terminar provocando un devastador efecto dominó en el mercado soberano, que a fin de cuentas se juega en el tablero de la banca. La situación es tan grave que ayer la factura llegó a ser tasada en dos billones de euros, según el economista jefe de Saxo Bank.
No falta, sin embargo, quien apuesta por la quiebra como el inicio del fin del castigo a la banca. "Hay quien opina que eso disiparía la incertidumbre, que es lo peor. Una vez se sepa realmente quíé activos tiene cada entidad, se recapitalizaría, y la confianza volvería de verdad", desarrollan en Renta 4.
El escenario más probable para los expertos es la intervención de la Unión Europea junto a los acreedores privados. Pero la quita del 21% en el plan de reestructuración de deuda helena que se planteó en junio parece ya del todo obsoleta, por optimista. Contando con un tijeretazo del 60% para la deuda griega, acompañado de un recorte del 40% sobre los títulos irlandeses y portugueses, un reciente informe de Goldman estima que las quitas podrían requerir necesidades de capital adicionales para la banca europea, que oscilan entre los 30.000 y los 92.000 millones de euros. Un montante que algunas entidades podrían reunir en el mercado privado, establece el informe, pero que obligaría a nacionalizar otras con inyecciones de los gobiernos o del fondo de rescate. El impacto haría suspender a 18 firmas los test de estríés de la banca europea, frente a los ocho que no pasaron la prueba.
Desde el servicio de análisis de Barclays exponen que sería preferible una reestructuración fuerte de la deuda griega, frente a una blanda, porque permitiría reducir la deuda del país a un nivel solvente. "Si la banca acude al canje de bonos, Grecia tendría una opción de reconducirse. El mercado no le está dando tiempo para ver los efectos de las medidas tomadas, como el plan de venta de activos por 50.000 millones. La austeridad al principio solo trae contracción, hay que esperar para ver crecimiento", concluyen en Renta 4.
¿Y en España?
1. La exposición a deuda griega de la banca española es una de las más bajas, con apenas 448 millones de euros en papel heleno repartidos entre todas las entidades.
2. Santander es la firma con mayor cuantía de deuda griega (177 millones), pero solo supone un 0,31% de su cartera de activos soberanos de la UE. Le sigue BBVA, con 127 millones.
3. Banco Pastor es el banco con mayor exposición relativa, con 41 millones, que suponen un 1,60% de la inversión en deuda pública europea.