El consolidado estatus de Chile como país minero continúa despertando el interíés de grandes firmas a nivel internacional, no sólo en cobre y oro, sino que tambiíén en minería no metálica. Y es que ahora, tras mucho mirar el país, la gigante productora de sal de origen norteamericano, Compass Minerals -con más de 14 millones de toneladas de sal producidas al año y ventas por US$ 1.069 millones-, aterrizará prontamente en este lado del mundo.
Es en el rubro de la sal donde la alemana K+S ya había hecho las primeras movidas a nivel nacional, cuando en 2006 compró Sociedad Punta de Lobos (SPL). Ahora la estadounidense, a travíés de su filial North American Salt, llegará a instalarse en 40 hectáreas -hasta ahora, inexplotadas- adquiridas en el Salar Grande, en la Región de Tarapacá, lo que la terminará acercando justamente al núcleo productivo de la operación chilena de la que es su principal competidor, que hoy cuenta con el 95% del depósito de sal.
Los planes al detalle
North American Salt abastece al mercado estadounidense, por lo que -aunque la negociación aún no se encuentra cerrada- su opción en la zona será para comenzar a desarrollar un proyecto que le permitirá exportar el producto principalmente a la Costa Este de ese país. En EEUU, justamente, fue donde en 2009 K+S selló su última adquisición, Morton Salt, firma que tambiíén tiene el foco puesto en este mercado, lo que sustentaría en parte la decisión por incrementar los esfuerzos en el mismo.
Y la idea de la norteamericana es que la planta que se levante produzca hasta 3 millones de toneladas anuales, con lo que sumaría de forma importante a lo que actualmente este mercado mueve en Chile: casi 8 millones de toneladas, de acuerdo a las últimas cifras de Cochilco.
Con todo, el envío del mineral ya levanta un desafío para la compañía. Los altos costos de la exportación a travíés del Puerto de Iquique, se suman a la falta de disponibilidad de los otros terminales que se encuentran en la zona -Puerto Patache, de la compañía minera Doña Iníés de Collahuasi, que acopia grandes cantidades de cobre; y los de sus competidores en la región, SPL y Cordillera-, por lo que desde ya se estaría evaluando la construcción de un puerto propio, solución que por el momento implicaría una inversión entre US$ 12 y US$ 15 millones.
Chile bajo la lupa
El interíés en Chile, explican conocedores , tendría razones vinculadas específicamente a los bajos costos de producir la sal en el país, donde la tíécnica usada es la de la evaporación solar, a diferencia de otros puntos del globo donde este producto se extrae de la roca o se evapora a travíés de sistemas mecanizados.
Y es que, además, pese a que en el Salar Grande usualmente el mineral se encuentra a unos 100 metros de profundidad (normalmente está a unos 25 metros en otros depósitos), la calidad del mismo es mucho más alta, con cerca de un 99% de lo extraído correspondiente a cloruro de sodio, lo que permite que no se deba destinar recursos a lavarlo u otros procesos. Por lo mismo, y aunque Compass cuenta con el yacimiento de sal más grande del planeta -la mina Goderich, en Canadá, con una capacidad productiva de 9 millones de toneladas-, producir en Chile para exportar al país del Norte aún así le resulta más conveniente.