Por... JIM KUHNHENN
WASHINGTON -- La Casa Blanca indicó que el presidente Barack Obama no tocará la Seguridad Social para reducir el díéficit de Estados Unidos a largo plazo, indicio de que no respaldarán otras reducciones del gasto social que apoyó hace unas semanas durante las negociaciones con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
"Como ha dicho de forma consecuente el presidente, no cree que la Seguridad Social sea la causa principal de nuestro díéficit a corto y mediano plazo", dijo el jueves la vocera de la Casa Blanca, Amy Brundage. "Cree que ambos partidos deben trabajar juntos en un plan paralelo para reforzar la Seguridad Social ante las futuras generaciones, en lugar de adoptar un enfoque paso a paso dentro de un plan para reducir el díéficit".
En julio, durante las negociaciones con Boehner para ampliar el límite de endeudamiento federal, la Casa Blanca propuso reducir el ajuste por inflación a los pensionistas que reciben Seguridad Social, propuesta a la que se opusieron los demócratas.
Los funcionarios gubernamentales sostienen que las negociaciones con Boehner tuvieron lugar bajo los plazos para llegar a un acuerdo que pudiera obtener suficientes votos de demócratas y republicanos para evitar el impago de la deuda soberana. Ese acuerdo fracasó y el Congreso elevó el límite de endeudamiento sólo despuíés que los legisladores y Obama acordaran reducir 1 billón de dólares en gastos y la posibilidad de eliminar otros 1,5 billones para fines de año.
Sin la presión de incurrir en impago de la deuda, los funcionarios sostienen ahora que Obama puede presentar un plan para reducir el díéficit con sus propias condiciones. Al anunciar el lunes su propuesta, Obama seguramente presentará un marco de trabajo con esa finalidad que continuará su propuesta de abril, durante un discurso en la Universidad de George Washington, que intentará reducir el díéficit en 4 billones de dólares a lo largo de 12 años.