BRASILIA -- El gobierno brasileño aumentó en 30 puntos porcentuales el impuesto sobre productos industrializados que grava los automóviles importados, una medida que busca aumentar la competitividad de la industria local.
La disposición fue adoptada la noche del jueves por un decreto presidencial y excluye a los automóviles producidos en países del Mercosur y Míéxico, con los cuales Brasil tiene un acuerdo sobre el comercio de vehículos.
El nuevo gravamen se aplicará a todos los autos que tengan menos de 65% de componentes brasileños, según el decreto publicado viernes en el Diario Oficial de la Unión (gaceta oficial).
El gobierno se apresuró a negar que se trate de una medida proteccionista y dijo que apunta a aumentar la competitividad de la producción local.
"No estamos impidiendo la importación, estamos creando condiciones para que el carro que genera valor agregado en Brasil sea más competitivo", dijo el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante, al presentar la medida la noche del jueves.
La producción industrial brasileña ha perdido competitividad internacional los últimos años a causa de la depreciación del dólar estadounidense y el consecuente fortalecimiento de la moneda brasileña, el real.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, destacó que el comercio de vehículos en Brasil ha crecido en los últimos años, pero que tal incremento se ha dado en autos importados en detrimento de la producción local.
"Corremos el riesgo de estar exportando empleos para otros países", advirtió Mantega.
En carros de hasta 1.000 cilindradas, el impuesto pasó de 7% a 37%, mientras que en los vehículos de entre 1.000 y 2.000 cilindradas el impuesto ascendió de 11% a 41%.
El presidente de la Asociación Brasileña de Empresas Importadoras de Vehículos Automotores, Josíé Luis Gandini, advirtió que hay mil empresarios que operan en ese sector y que serán perjudicados por una medida que calificó de "proteccionista".
Datos de la asociación indican que los autos importados alcanzaron el primer trimestre de este año el 19,5% del mercado brasileño de vehículos, mientras que 80,5% correspondió a los de producción nacional.
Aún así, Cledorvino Belini, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos, consideró que la medida del gobierno "fortalece la industria nacional como un todo, fortalece al sector de piezas, la producción nacional y esto viene automáticamente a generar ingresos y mayor competitividad para el sector".