El Banco de España está sondeando el mercado para vender Caja Mediterráneo (CAM). Pero compradores no sobran. CaixaBank tiene una red muy extensa y su nivel de ingresos por oficina es bajo. BBVA y Santander, en cambio, tienen menos oficinas y el rendimiento por sucursal es mucho mayor.
El gobernador del Banco de España, Miguel íngel Fernández Ordóñez, quiere cerrar cuanto antes el capítulo CAM. La entidad, intervenida el 22 de julio, está en pleno saneamiento y el supervisor espera haber encontrado un comprador a finales de octubre.
La tarea no es fácil. Caja Mediterráneo ha necesitado una inyección de capital de 2.800 millones de euros por parte del FROB y ha presentado unas píérdidas de 1.136 millones de euros en el primer semestre. Además, cuenta con una red de más de 800 oficinas, difícil de digerir para cualquier grupo.
Solo las grandes entidades españolas o alguna extranjera tendrían capacidad para hacerse con una entidad como CAM, si bien la banca nacional ha mostrado sus reticencias a asumir aún mayores riesgos inmobiliarios. Aun así, Santander y BBVA parecen mejor posicionados para poder adquirir CAM que CaixaBank.
Los ingresos por oficina (margen de intereses más comisiones netas) de CaixaBank y Bankia fueron, hasta junio, de 476.000 euros y 512.000 euros, respectivamente. Una cifra que es la mitad de los 998.000 euros que ingresaron por tíérmino medio las 3.012 sucursales que BBVA tiene en España.
Tambiíén el grupo Santander (en su Red Santander y en Banesto) y Popular cuentan con un nivel de ingresos por oficina mejor que los dos grandes grupos de cajas, lo que les situaría, con BBVA, como los mejor colocados para hacerse con CAM.
En el caso de CaixaBank, el bajo nivel de ingresos por oficina se explica por su extensísima red de sucursales: con 5.247 locales, constituye el mayor despliegue de oficinas del sector financiero español. Además, desde el comienzo de la crisis es una de las entidades que menos agencias ha tenido que cerrar.
La posición de Santander
El grupo presidido por Emilio Botín es otro de los que más ha sonado en las quinielas para quedarse con CAM. Su tamaño le convierte en la entidad que menos problemas tendría para digerir la caja. En contra juega su amplia presencia en España. Santander y Banesto suman casi 5.000 oficinas.
El aliciente que tendrá la gran banca española para pujar por Caja Mediterráneo es el amplio programa de absorción de píérdidas que ofrecerá el FROB. En los primeros cuadernos de venta que están haciendo circular los bancos de inversión contratados, se apunta que el Fondo podría hacerse cargo del 80% de las píérdidas de CAM durante los próximos 10 años.
Aunque la intención del Gobierno es vender CAM en un solo bloque, la dificultad para encontrar comprador en la actual situación económicas y dadas las reticencias de los eventuales compradores podría hacerle cambiar de opinión.
Caja Mediterráneo, una red extensa pero poco rentable
Caja Mediterráneo (CAM) protagonizó entre el año 2000 y 2008 una de las mayores expansiones del sector financiero. En unos pocos ejercicios, la caja alicantina salió de su territorio original y llegó a tener presencia en todas las comunidades autónomas, así como en Ceuta y Melilla. En total llegó a rozar las 1.000 sucursales, situándose en la tercera posición del sector de cajas, tan solo por detrás de La Caixa y Caja Madrid.
Despuíés de la ruptura de la alianza con el grupo Banco Base, la entidad acometió un fuerte programa de cierre de sucursales. Tan solo en 2011 esperan cerrar 120 oficinas, hasta dejar el número de locales en 841.
Aun así, será una red difícil de digerir y poner en valor por parte del grupo que termine adquiriíéndola. De acuerdo con un directivo cercano a Caja Mediterráneo, aunque el comprador consiga un amplio esquema de protección de activos (EPA) "el problema es que tendrá es rentabilizar el negocio tradicional". Explica que la política de precios desarrollada por la entidad estuvo "muy mal diseñada" lo que ha provocado que CAM tenga "unos márgenes de clientes lamentables".
A pesar de estas advertencias, Santander, BBVA o Popular estarían interesados en dar un importante salto de tamaño en el arco mediterráneo, una de las regiones españolas que antes podría empezar a salir de la crisis económica que atraviesa el país. Caja Mediterráneo contaba, a cierre de 2010 con más de 400 sucursales en la Comunidad Valenciana, más de 150 en Murcia, 80 en Andalucía y cerca de 60 en las Islas Baleares.
En cualquier caso, parece más que probable que el grupo que acabe por hacerse con el control de CAM deberán poner en marcha un nuevo programa de ajuste de costes, que pasará por nuevos cierres de oficinas y reducción de plantilla.
Los cierres
Raúl García Monclús, socio director de la consultora Cognodata, explica algunas claves para decidir el cierre de red.
Negocio: la banca analiza tanto el negocio actual como el potencial. "Hay oficinas que ahora no son rentables, pero lo serán cuando haya una leve recuperación".
Saturación: existen regiones, como Aragón, donde había un exceso de sucursales en relación a su riqueza. "Aquí se están produciendo, proporcionalmente, más cierres".
Promotores: "Aquellas agencias vinculadas tan solo a una promoción de viviendas son las que peor han sobrevivido".
Los bancos siguen por encima en eficiencia
Los grandes bancos españoles siguen ganando la partida en eficiencia a los bancos de cajas. Al cierre del primer semestre, Banco Popular volvió a ocupar el primer puesto en el escalafón de la eficiencia, con un 40,14%. Esta míétrica indica cuántos euros debe gastar la entidad para ingresar 100, por lo que cuanto más baja es, mejor es la eficiencia del banco o caja analizado. A pesar del buen dato del grupo presidido por íngel Ron, la entidad ha registrado un fuerte deterioro, puesto que un año atrás su eficiencia operativa era del 33%, una de las mejores de toda Europa.
En un nivel muy similar a Popular está BBVA, con un 40,7% de ratio de eficiencia. Esa buena relación entre el nivel de ingresos y de gastos, junto al alto nivel de solvencia, es otro de los factores que podría animar a la entidad presidida por Francisco González a pujar por Caja Mediterráneo. Desde que se fusionaran el Banco Bilbao Vizcaya con Argentaria, hace más de una díécada, la entidad no ha realizado ninguna adquisición de relevancia en España.
El farolillo rojo en tíérminos de eficiencia lo ocupa Bankia. Esta alianza de cajas de ahorros aún tiene pendiente ejecutar un 30% de los cierres de oficinas a los que se comprometió con el Banco de España y el FROB. La entidad, que tambiíén está acometiendo un proceso de desapalancamiento y de moderación del perfil de riesgo, confía especialmente en su negocio de bancaseguros para mejorar su nivel de ingresos, así como en una nueva política de precios.
Empleados
Las diferencias en cuanto a ingresos por empleados son menos significativas. Los bancos vuelven a estar en cabeza. Cada empleado de la red Santander generó 117.000 euros en el primer semestre, mientras que los de Bankia aportaron 84.000 euros.