Huyeron principalmente los inversores alemanes y británicos
La exposición a los bancos franceses y alemanes bajó un 5%
Compra masiva de deuda pública alemana como refugio
Alertan sobre la inundación de dólares en el endeudamiento asiático
Los mercados temen a España, particularmente a su banca. Según el último informe del Banco Internacional de Pagos, las entidades extranjeras redujeron en un 10% su exposición al sistema financiero español en el primer trimestre respecto a diciembre de 2010. Es decir, una fuga de 23.000 millones de dólares, unos 17.000 millones de euros al cambio actual.
En el conjunto de España, los sectores público, financiero, empresas y hogares, la exposición se redujo un 3,4%, 24.000 millones de dólares menos a un tipo de cambio constante -la deuda cotiza en todo tipo de divisas-.
De la banca española huyeron principalmente los inversores alemanes y británicos, aunque su marcha fue compensada en parte por el apoyo de chinos, estadounidenses y franceses.
España evidencia un problema general de la Eurozona. La exposición total en el los mercados foráneos de los socios de la 'moneda única' fue de 7,97 billones de dólares en el primer trimestre, un 0,7% menos que a finales de 2010.
La exposición en el extranjero de los activos interbancarios de los países Eurozona se redujo en 69.000 millones de dólares, un 3,1% menos, mientras que la pública aumentó en 21.000 millones, un 1,4%.
Una posible explicación de ello es que el dinero se ha refugiado en la compra de bonos alemanes, valor considerado seguro ante las turbulencias bursátiles y soberanas de los 'GIIPS' (Grecia, Italia, Irlanda, Portugal y España, según la terminología anglosajona): la exposición a la deuda alemana aumentó en 15.000 millones de dólares, un 3,1% más.
Sin embargo, la exposición a los bancos franceses y alemanes se redujo en 31.000 y 29.000 millones de dólares, un 5% y un 5,4% menos que a finales de 2010.
El problema es la alta exposición de las entidades europeas a la deuda soberana de la Eurozona. Por ejemplo, los bancos belgas, franceses y alemanes tenían un 6,6%, 5% y 3,4% de sus carteras en deuda de los GIIPS, mientras que sus exposiciones a la deuda estadounidense eran de un 3,3%, 2,9% y 0,8%, respectivamente.
En el caso de Grecia, la exposición extranjera se redujo un 5,6% debido a la fuga de deuda pública (4.100 millones, un 8,8% menos) y de empresas no financieras y hogares (3.200 millones, un 3,9% menos).
Los bancos centrales perjudican a Asia
Dos tercios del aumento de la exposición a Asia, que creció en 126.000 millones de dólares, un 12%, se registraron en China. El críédito llegado a los sectores público y privado del 'Dragón asiático' aumentó en 80.000 millones de dólares, un 24% más, que multiplicó al de los otros países más beneficiados por la llegada de capital: Malasia (11.000 millones) e India (9.300 millones).
A causa de la crisis, la Reserva Federal estadounidense ha mantenido una política monetaria expansiva con los tipos de interíés entre el cero y el 0,25%, a lo que se han sumado inyecciones de liquidez mediante compras masivas de bonos y acciones coordinadas con otros bancos centrales para suministrar dólares a la banca.
"El críédito en dólares estadounidenses está creciendo con rapidez fuera de Estados Unidos, en especial en Asia, superando en algunas economías la tasa de crecimiento del críédito total", advierte el organismo.
El endeudamiento en la divisa americana creció un 4,2% en el primer trimestre, unos 521.000 millones de dólares. Aproximadamente el 60% fue al país norteamericano, gran parte por las reservas de esta moneda en manos de países emergentes, "y casi un 11% (56.000 millones de dólares) hacia economías de mercado emergentes".
"Puede contribuir a un crecimiento no deseado", advierte el Banco Internacional de Pagos. Es decir, una burbuja: "El críédito en divisas extranjeras a hogares y empresas no financieras en China se ha duplicado en dos años. Aún teniendo una cuota pequeña, este crecimiento del críédito podría traer preocupaciones si es sostenido", añade.
La deuda en dólares fuera de Estados Unidos sumó 5,8 billones en el primer trimestre, un 12% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.