El próximo 30 de septiembre finaliza el plazo para la recapitalización de las cajas de ahorros que aún no cumplen con las exigencias del Banco de España. Solo Liberbank y BMN contará con un mes más para incorporar en su capital a inversores privados que les permita superar los ratios impuestos por el supervisor español.
Pero todas las fuentes consultadas están convencidas de que en un breve periodo de tiempo las cajas y algunos bancos necesitarán nuevas inyecciones de capital, coincidiendo, además, con el resto de los bancos europeos, que tambiíén tendrán que acudir al mercado o a futuras entradas de fondos públicos nuevamente. La razón de los nuevos procesos de recapitalización no es la misma, aunque la solución en gran parte sí.
En el caso de la banca europea, como ha indicado ya la UE y el FMI, se debe a su elevada exposición a la deuda soberana de Grecia principalmente, pero tambiíén de Italia, Portugal o Irlanda entre otros.
En el caso de España el problema es el desplome del negocio, la escalada de la morosidad por la crisis económica del país, con el consiguiente aumento de la provisiones con un beneficio en caída libre y la cada vez más agraviante falta de liquidez.
Ante este panorama, y pese a los desmentidos de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, todo apunta a una nueva recapitalización con más ayudas públicas y a una más estricta reestructuración.
Una solución que ya comienza a barajar el sector y sobre todo las cajas de ahorros vuelve a ser la fusión. Habrá una segunda oleada de fusiones en los próximos meses, explican fuentes de una de una caja de ahorros. Hace algo más de un año y medio, cuando se inició la ronda de fusiones que ahora está a punto de concluir , el Banco de España ya hablaba de una segunda ola de uniones. El objetivo era que solo operasen en el mercado menos de diez cajas de ahorros de las 45 existentes en ese momento. Y todo apunta a que así será. La negativa coyuntura económica ayuda a ello.
Las cajas, de hecho, admiten que está no será la única reestructuración del sector en los próximos meses. De momento, en agosto ya se habló en algún medio local de unas conversaciones mantenidas entre el presidente de Liberbank, Manuel Meníéndez, y el de Unicaja, Braulio Medel. El objetivo: estudiar la posibilidad de crear una entidad más grandes entre los dos grupos, incluidos Caja España y Duero.
Las conversaciones, totalmente informales, han sido desmentidas por los dos grupos, pero varias fuentes del sector aseguran que los coqueteos existieron y reconocen que no sería disparatado que en unos meses se volviese a hablar de esta hipotíética operación.
Caja3, formada por Caja Badajoz, CAI y el Circulo de Burgos, cuenta con un tamaño demasiado pequeño, y aunque su pretensión es mantenerse en sus territorios de origen, los expertos ven a este grupo una potencial presa para crecer por parte de otra caja de mayor tamaño.
Varias fuentes conocedoras de los planes de La Caixa aseguran que la firma que preside Isidro Fainíé tambiíén está dispuesta a crecer con la incorporación de otra entidad al grupo. En una primera vuelta solo estuvo dispuesta a quedarse con Caixa Girona, una pequeña caja en problemas que necesitaba ser salvada, y Fainíé aceptó que La Caixa actuase de hospital. Con esta operación consideraba que cumplía con las operaciones de salvamento.