La inmobiliaria AISA lleva un mes sin cotizar en el mercado continuo y los accionsitas minoritarios no reciben la explicaión que se merecen.
Esto, que ha ocurrido infinidad de veces, es tan poco trasparente como alarmantemente vergonzante.
La CNMV demuestra, una vez más, su poca eficiencia y las empresas tan enorme descaro, como para no invertir más en Bolsa.
En fin..................