Momento de precaución en un mercado bajista
por Carpatos
Uno de los primeros casos de utilización de códigos secretos se dio cuando Felipe II se encontraba en guerra con los hugonotes. Un simpatizante de estos últimos, Franí§ois Vií¨te, un matemático francíés, consiguió descifrarlos. Felipe II dedujo que era imposible descifrar un código como el suyo y que solo había una explicación, que Vií¨te había utilizado la magia negra. Así, lo denunció ante el papa Sixto V por brujería.
Pero uno de los míétodos más famosos de mandar mensajes secretos en la antigí¼edad se lo debemos a Julio Cíésar. En una ocasión Cíésar mandó a Marco Tulio Cicerón una carta en un código secreto que ante su íéxito fue utilizado posteriormente en la guerra de las Galias en numerosas ocasiones sin que nadie, a pesar de los intentos, fuera capaz nunca de descifrarlo. Como vemos, tuvo mayor íéxito que el de Felipe II, pero todo fue por suerte, pues en realidad el código de Julio Cíésar a pesar del íéxito era realmente sencillo. Cíésar se limitaba a escribir la carta simplemente desplazando las letras tres lugares. Es decir, la D era la A.
La Bolsa se ha movido en esta semana de locos por otro código secreto. Un código cuya procedencia casi siempre es un misterio. El de los rumores. En un marco de tormenta perfecta macro, con malos datos macro en China, una economía americana que no despega y una caótica Europa, sometida al experimento alemán de dejar que los mercados sigan apretando las clavijas a los países endeudados para que tomen medidas, los rumores han sido constantes fuentes de bandazos.
De hecho, terminábamos la semana de la mano de un rumor positivo que hacía subir fuertemente las cotizaciones desde mínimos. El rumor de que durante el fin de semana se iban a tomar en Europa medidas sorpresa y contundentes para evitar la sangría de los mercados.
La situación sigue siendo grave, muy grave, y es mejor olvidar las Bolsas hasta que se vea mayor tranquilidad macro económica. Desde el punto de vista tíécnico, el gráfico semanal del futuro del Euro Stoxx nos muestra como tras retroceder un 50% de Fibonacci aproximadamente de la caída anterior vuelve a caer. En el movimiento ha roto el rango lateral que le tuvo atrapado durante varios años, por debajo. Encontramos una zona muy importante de soporte en los mínimos de 2009, que no andan lejos de los mínimos del 2002 en la anterior crisis bajista. Perder esa zona sería muy preocupante desde el punto de vista tíécnico.
Evidentemente el gráfico, es bajista de solemnidad, y aconseja mantenerse fuera. La sobreventa es muy alta, y los indicadores de volatilidad nos dicen que el mercado sigue enloquecido, siendo muy difícil ponerse en cualquier dirección largo o corto. Especialmente hay que ser prudente con el sector financiero. Los bancos franceses tienen una extraordinaria exposición a la deuda italiana, y la necesidad de mayor capitalización parece clara en toda Europa.