Los principales ejecutivos de la compañía de energía solar Solyndra, alabada por la Administración Obama como modelo antes de quebrar, se negaron a testimoniar ante el Congreso sobre un políémico príéstamo federal de 528 millones de dólares.
El presidente de Solyndra, Brian Harrison, y su principal ejecutivo financiero, W.G. Bill Stover, invocaron la Quinta Enmienda de la Constitución para negarse a testimoniar ante el Comitíé de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes y así evitar incriminarse a sí mismos.
Al inicio de la audiencia y bajo juramento, ambos explicaron que, por consejo de sus abogados, se negaban a contestar preguntas del Comitíé.
Sin embargo, su derecho a guardar silencio no impedirá que el Comitíé continúe las investigaciones sobre la garantía de príéstamo de hasta 535 millones de dólares que recibió Solyndra del Departamento de Energía en 2009. Del total, la compañía, con sede en Fremont (California), utilizó 528 millones.
De hecho, varios líderes republicanos enviaron una carta al secretario de Energía de EE.UU., Steven Chu, en la que indicaron que han decidido ampliar las investigaciones sobre ese críédito, que la oposición republicana considera sospechoso.
Los legisladores piden la entrega de todas las comunicaciones respecto a Solyndra entre el Departamento de Energía y la Casa Blanca, y tambiíén toda la correspondencia con el Departamento del Tesoro.
En las últimas semanas, tanto la Casa Blanca como algunos legisladores demócratas han replicado a las críticas al señalar que los propios republicanos han apoyado proyectos de desarrollo de energía “limpia†en sus distritos electorales.
En ese sentido, el legislador demócrata de California, Henry Waxman, se quejó de que “los republicanos en el Congreso están bailando sobre la tumba de Solyndra, pero parecen tener amnesia colectivaâ€.
Pero el presidente del Comitíé, el republicano Fred Upton, insistió en que este caso no se trata de las bondades de los programas de energía “limpiaâ€.
“Este no es un debate sobre las virtudes de la energía limpia, es una investigación seria sobre el uso imprudente del dinero de los contribuyentes para una compañía de la que se sabía que presentaba serios riesgos antes de que se le diera un solo centavoâ€, explicó Upton, quien enfatizó que esto “todavía no acabaâ€.
Solyndra, que fue la primera empresa de energía renovable en recibir una garantía de príéstamo federal con bajas tasas de interíés dentro de un controvertido programa de estímulo económico, se declaró en bancarrota a principios de mes y despidió a 1.100 empleados.
En concreto, los republicanos aseguran que la escasa supervisión del programa de príéstamo pudo deberse a que el principal inversionista de Solyndra tiene vínculos con George Kaiser, un donante de la campaña de reelección de Obama para 2012.
Además de la investigación en el Congreso, el críédito es sujeto de otras pesquisas en el FBI, y los Departamentos de Energía y del Tesoro.