Banco Sabadell, BBK y Barclays presentaron ayer ofertas no vinculantes (tíécnicamente "indicaciones preliminares de interíés") por la CAM a Merrill Lynch, encargado de la venta por el Banco de España. Se suman de esta forma a los cuatro nombres que adelantó El Confidencial la semana pasada: Santander, BBVA, La Caixa e Ibercaja. Banco Popular finalmente se ha quedado fuera de la puja, según fuentes conocedoras del proceso.
Según algunas de estas fuentes, tambiíén podrían haberse presentado algunos fondos de capital riesgo internacionales como JC Flowers, que ya negoció la compra de la CAM antes de la intervención y que el año pasado acordó entrar en Banca Cívica, pero dio marcha atrás con la entrada de Cajasol en el grupo.
Estas incorporaciones se explican por las nuevas ventajas ofrecidas por el Banco de España a los interesados en la caja alicantina: una interpretación de la norma contable por la que los 'activos tóxicos' de la CAM (críédito promotor e inmuebles adjudicados por unos 18.600 millones) no computarán para calcular las ratios de capital del comprador, lo cual exige levantar menos capital en el mercado.
Esto ha animado a las tres entidades citadas a entrar en la subasta, ya que ni siquiera iban a presentar estas ofertas no vinculantes por su nulo interíés en la operación. "Es como si te dicen que reparten caramelos gratis, seguramente no te los den a ti, pero es absurdo no ponerse en la cola", explica gráficamente uno de los candidatos.
Ahora bien, presentar una indicación de interíés no implica en absoluto que estas entidades vayan a pujar finalmente por la CAM. "Es una cuestión más política que de verdadero interíés", señala una de las fuentes consultadas. "No te cuesta nada y así quedas bien con el Banco de España", reconoce un alto directivo de una de las entidades participantes en la subasta.
De esta forma, el gobernador Fernández Ordóñez ha evitado la mala imagen de una puja entre muy pocos candidatos y, sobre todo, el riesgo de que la subasta quede desierta. A cambio de incrementar el coste para el Estado de la operación, ya que el ganador se llevará la entidad prácticamente sin coste. Precisamente, el FROB decidió ayer el despido fulminante de la anterior directora general de la CAM, María Dolores Amorós, por fijarse una pensión vitalicia de 370.000 euros anuales y por la mala gestión que llevó a la caja a ser intervenida en julio.
Una subasta centrada en la liquidez
Como ha informado El Confidencial, el Banco de España ha ofrecido grandes ventajas a los candidatos a hacerse con la entidad alicantina: un esquema de protección de activos (EPA, garantía contra píérdidas) que cubre el 80% de las píérdidas que afloren en los próximos 10 años hasta 2.500 millones y el 90% por encima de esa cantidad; una línea de liquidez de 2.800 millones ampliable; la renuncia a recuperar gran parte o la totalidad de los 2.800 millones de capital que el FROB va a inyectarle mañana; y ahora este cambio contable que tiene los mismos efectos que un 'banco malo'.
De hecho, la puja se centra ahora en la liquidez; es decir, el que menos liquidez pida al Banco de España se llevará la caja. Distintas fuentes estiman que las necesidades de liquidez que el mercado exige al comprador superan los 16.000 millones: los vencimientos d elos próximos tres años más la apelación al BCE. Cuanto mayor porcentaje de esta cantidad asuma el comprador, menos pedirá al Banco de España y más posibilidades tendrá de ganar la puja.
