El analista Karl Smith cree que en EE.UU. se están desarrollando dos recesiones al mismo tiempo. Una de ellas es una recesión típica en la que la tasa de inflación es demasiado baja y los tipos reales demasiado altos, lo que está causando acumulación de bienes de capital y bienes duraderos, lo que perjudicará su equilibrio en el largo plazo.
En los últimos años la flota de automóviles en EE.UU. ha empezado a disminuir. Es decir, estamos desgí¼azando coches a un ritmo más rápido de los que estamos construyendo. A menos que algo cambie en los próximos 18 meses, nuestra tasa de desgí¼ace comenzará a superar la venta de coches en millones de unidades por año. En un país con una población creciente y que sigue sumando potenciales conductores cada año, es difícil explicar porque la flota de automóviles se está reduciendo.
Lo mismo sucede con las casas. El comienzo de nuevas viviendas está más o menos al mismo nivel que las demoliciones. Estamos cerca de destruir anualmente más inmuebles de las que las que las creamos. Tardará un tiempo hasta que el stock de viviendas nuevas caiga, pero no pasará mucho antes de que las viviendas por personas caigan al menor nivel en díécadas.
Una de las explicaciones es que teníamos demasiados coches y demasiadas casas, pero una explicación alternativa es que los tipos de interíés real son demasiado altos.
Al mismo tiempo hay una recesión de balance. Lo que vemos es una disminución histórica en las ventas minoristas ex-autos. No hay que prestar atención al PCE (índice de Precios del Gasto en Consumo Personal). El PCE no es una medida de la decisión de compra de los inversores. Está dominado por pagos a terceros, gastos imputados, o gastos de facturas como electricidad, alquiler, y calor.
Tenemos dos recesiones en estos momentos, y son exactamente lo mismo.