"Para que un sistema se cambie, es necesario que todo estíé malâ€
por María Zabay en Intereconomia
Mario Conde Ppresenta su nuevo libro, ‘De aquí se sale’, que mañana estará en las librerías. Reclama reformas decididas para abandonar una crisis que va más allá de lo económico.
Mucho se habla y estudia la situación económica en la que se encuentra el mundo en general y nuestro país en particular, pero pocos son los que analizan este desastre en profundidad, con esa rigurosidad que requiere un examen del pasado y de las acciones cometidas en íél para poder adoptar medidas que nos lleven a una solución. Mario Conde es una de esas pocas personas capacitadas para hacerlo y lo ha hecho en su libro De aquí se sale (Martínez Roca).
-Empezando por un tema de actualidad, usted habló con De Juana Chaos en la cárcel...
-Sí, estaba a unos metros de mí en Alcalá Meco, al lado del que entonces era el director. Me miraba con cara de asesino y le dije “holaâ€, y me contestó de la misma forma. Luego me dijo que ellos mataban, sí, pero que se arriesgaban y que los de la otra parte estaban más protegidos y que además contaban con jueces y fiscales. Me dijo que su sueño era una Iparralde independiente y socialista, pero que íél probablemente no iba a ver cumplido su sueño socialista; sí, en cambio, el de una Iparralde independiente. Esto es exactamente lo que encierra el comunicado de ETA.
-Centrándonos en su libro, ¿de verdad que de aquí se sale?
-Salir, sí. El problema es dónde se entra. La gente nunca es consciente de las situaciones dramáticas, porque se prefiere mirar a otro lado, se generan falsas esperanzas... Desgraciadamente, la situación es mucho más grave de lo que se piensa, y no sólo en economía; es mucho más que eso.
-Usted habla con frecuencia en su libro de que “tenemos que recuperar al hombreâ€.
-Así es, empezando desde la Educación Primaria. Porque podemos hacer muchas leyes, pero al final el mercado lo administran personas, y si los valores de esas personas son la codicia o la avaricia, como ha ocurrido, vemos que es un producto humano bastante deficiente, y sólo se puede arreglar con la educación.
-Insiste asimismo en la corrupción.
-Por supuesto, porque el problema no es sólo la corrupción en el sentido de que roban; el problema viene de una perturbación básica del sistema. Hay personas que viven de, por y para la política, exclusivamente, y eso deriva en que los partidos políticos están recibiendo una cantidad ingente de dinero de todos los ciudadanos, y eso les permite tener como profesión la política.
-¿Hay esperanza, pueden cambiar las cosas?
-Para que un sistema se cambie, es necesario que todo estíé mal. Cuando me dicen si no soy un poco exagerado al señalar las fallas del sistema, yo pregunto, ¿la Justicia está funcionando bien?, ¿el Parlamento está compuesto de personas que realmente obedecen al pueblo?, ¿hay una independencia entre el Poder Ejecutivo y el Parlamento? Y los jueces, ¿son independientes, o lo hemos mezclado todo de tal manera que la clase política es la que administra? ¿Tenemos libertad real? Por supuesto, me contestan que no, y entonces no hay que dar más explicaciones: si no hay reformas estructurales grandes, esto no se arreglará.