La cita es el martes, 15 de noviembre. Ese día, el Tesoro Público español subastará letras a 12 y 18 meses. Y con toda probabilidad las tendrá que adjudicar a un interíés medio superior al 4 por ciento, una que cifra que dejará en fuera de juego a la mayoría de los depósitos que las entidades ofrecen en la actualidad.
Si quiere aprovechar esta ocasión, aún está a tiempo. Tiene de plazo hasta el lunes a las 14 horas. Lo que debe hacer es presentarse en una de las sedes del Banco de España y precisar la cantidad que quiere invertir, montante que deberá llevar en efectivo o bien con un cheque bancario o conformado. Tambiíén deberá portar el DNI y facilitar un número de cuenta bancaria.
Siguiendo estos procedimientos, podrá participar en una subasta que, tras lo acontecido esta semana en los mercados de deuda pública, promete emociones fuertes en forma de altos rendimientos. Sobre todo, porque las presiones vendedoras están siendo aún más acusadas en la deuda a corto que a largo plazo.
Así, mientras que la prima de riesgo de España, medida por el interíés adicional que exige el mercado a los bonos españoles a 10 años con respecto a los alemanes con igual vencimiento, se encuentra en los 396 puntos básicos -o 3,96 puntos porcentuales-, la miniprima de riesgo, obtenida a partir de la diferencia entre los bonos a dos años de ambos países, asciende a los 429 puntos básicos.
Mal presagio...
Esta brecha se nutre del incremento que está registrando el interíés de los bonos españoles a dos años. El viernes repuntó al 4,689 por ciento, el nivel más alto desde junio de 2008. Entonces, los tipos oficiales estaban en el 4 por ciento y el BCE ya había anticipado que los iba a subir al 4,25 por ciento en julio; en la actualidad, los intereses se limitan al 1,25 por ciento.
Esta acumulación de datos supone un mal presagio ante la subasta del martes, ya que los títulos a dos años sirven como termómetro para anticipar cómo pueden resultar las emisiones a esos plazos. El 18 de octubre, con el rendimiento de los bonos a dos años en el 3,75 por ciento y la miniprima de riesgo en los 317 puntos básicos, las letras a 12 meses se subastaron a un interíés medio del 3,608 por ciento y los títulos a 18 meses, al 3,801 por ciento, con lo que gravitaron en torno al rendimiento de los bonos a dos años. Considerando el empeoramiento de la situación en los mercados perifíéricos desde esa fecha, y salvo que la presión se modere el lunes o los objetivos de financiación perseguidos con la emisión sean rebajados con respecto a las últimas operaciones, el Tesoro puede verse obligado a pagar rendimientos comprendidos entre el 4,25 y el 4,75 por ciento.