El caos italiano ha tenido unos efectos secundarios muy nocivos para España, que ha visto como la rentabilidad exigida en el mercado secundario a los bonos a 10 años se acerca peligrosamente a los máximos históricos sufridos este tumultuoso verano pasado. Así, en vísperas de una subasta de deuda, el rendimiento de los bonos alcanzó el viernes el 5,85% y la prima de riesgo (el diferencial respecto a Alemania) se quedó a un paso del máximo histórico, al cerrar el viernes en 396 puntos. El Tesoro procederá el jueves a una subasta con un cupón del 5,85%.
Algunos tramos de la deuda española han traspasado ya el umbral del dolor del 6%, el nivel que se considera insostenible para un país. Pero se trata solo de los plazos más largos, a 15, 20 y 30 años, cuyo peso es residual en el conjunto de la financiación nacional. La curva de tipos de España oscila del 3,37% exigido a las letras a tres hasta el 6,49% a 30 años. La parte positiva es que sigue siendo una curva ortodoxa, en la que los tipos se incrementan conforme mayor es el plazo. Es decir: los mercados no contemplan en este momento problemas ni de liquidez, ni de solvencia para España.
Es de esperar que si el nuevo Gobierno tecnócrata de Mario Monti apacigua al mercado, España se vea beneficiada. Y no es el único país que está deseando que la presión se rebaje. Lo mismo ocurre con Francia, que tambiíén afronta una semana decisiva en materia de deuda. En un año, la prima de riesgo de Francia ha pasado de 40 a 150 puntos básicos y el pasado jueves hizo máximo histórico en 168,8 puntos.
El tesoro francíés intentará colocar hoy 7.000 millones de euros en deuda de corto plazo en distintos plazos de vencimiento, que van desde los 70 hasta los 181 días. España tambiíén realizará una subasta de corto plazo, aparte de las mencionadas obligaciones a 10 años, que tendrá lugar mañana y que será de letras a 12 y 18 meses, si bien el Tesoro no había desvelado al cierre de esta edición el importe que se espera captar con dicha oferta.
Esta subasta coincidirá con la de Grecia, que intentará vender 1.000 millones de euros en letras a tres meses. Bíélgica, un país tambiíén cuestionado últimamente ante su profunda crisis política, venderá 1.200 millones de euros en letras a un año.
En la jornada del miíércoles llegará el turno para otra economía intervenida, Portugal, que hará colocaciones a 90 y 180 días. En esa misma jornada, la todopoderosa Alemania tambiíén hará una oferta pública de deuda, nada menos que 6.000 millones de euros en letras con vencimiento a dos años. El rendimiento exigido está en el nivel históricamente bajo del 0,4%.
