La pasada semana, el nuevo director financiero de Telefónica, íngel Vilá, volvió a insistir durante unas jornadas de telecomunicaciones de Morgan Stanley en Barcelona, que la operadora mantiene su política de venta de activos no estratíégicos o bien que estíén registrando una evolución por debajo de las previsiones. El objetivo de estas operaciones, a las que la compañía ya había hecho alusión en la presentación de las cuentas del tercer trimestre, es contribuir al recorte de la deuda.
En su presentación, explicó que no serán desinversiones multimillonarias, y descartó la venta de sus filiales en Alemania, uno de los países que mejor evolución registró en el tercer trimestre, Míéxico y República Checa, además del 9,6% de China Telecom, compañía que se ha revalorizado cerca de un 50% desde enero convirtiíéndose en una las mejores apuestas de la operadora española. El ejecutivo, que no precisó quíé activos serán vendidos, señaló que la estrategia de desinversiones consistirá en la suma de varios pequeños esfuerzos.
En este sentido, la compañía ha aplicado esta fórmula. Telefónica ha desinvertido en los últimos tiempos en actividades como las redes o torres en zonas que ya no le suponían ventaja competitiva adicional. En el tercer trimestre, según señalan fuentes del mercado, Telefónica vendió torres en el mercado español que generaron a la empresa unas plusvalías brutas de 33 millones de euros. En Colombia tambiíén hizo movimientos similares. Telefónica vendió torres en el tercer trimestre de 2010, con un impacto positivo en el Ebitda de 31 millones de euros, operación que repitió en el tercer trimestre de este año, en este caso con un impacto para el Ebitda de 17 millones de euros.
A partir de aquí, y dentro de esta política, en el mercado empiezan a plantearse nuevas cuestiones sobre quíé más activos podría vender Telefónica. Y es que los fondos de armario de la operadora española son muy amplios.
Las primeras miradas se dirigen a Atento, el negocio de teleservicios y call center, cuya valoración actual, según fuentes del mercado, ronda los 1.500 millones de euros. La compañía intentó colocar en Bolsa Atento en el mes de junio, pero tuvo que cancelar la operación por la mala situación de los mercados financieros. Parece claro que la OPV de Atento no tendrá lugar hasta que las bolsas se estabilicen, con lo que, de momento, deberá esperar.
Otro activo que Telefónica tiene situado en el cuadrante de no estratíégicos es su participación del 2% de Portugal Telecom, valorado en este momento en el entorno de los 85 millones de euros. Las acciones de la operadora lusa han caída cerca de un 40% desde principios de año por culpa, en buena medida, de la grave crisis que ha sacudido al país vecino, con lo que el momento actual no sería el mejor para desinvertir. Pero lo que está claro es que la salida de Telefónica del capital de su antiguo socio se producirá. ¿Cuándo? Habrá que ver.
En el mercado tambiíén se están planteando preguntas sobre cuál puede ser el futuro de la presencia de Telefónica en Hispasat y en el operador de cable portuguíés Zon Multimedia. En la primera de estas sociedades, la participación de la operadora es del 13,23%, que tienen un valor en libros de 65 millones de euros. En Zon Multimedia, la participación de la operadora española es del 5,4%, que tiene en estos momentos un valor de mercado de 31 millones. En este último caso, la situación es similar a la ocurrida con Portugal Telecom, porque sus acciones han bajado cerca de un 48% este año a causa de la crisis. En este contexto, no sería descartable que en la dirección de Telefónica piensen que cualquier tiempo futuro será mejor para esta participada lusa, porque la desinversión en estos momentos sería mal venderla.
La operadora tambiíén tiene el 5,78% de Amper, que tiene un valor de mercado de tres millones de euros. Desde principios de 2011, las acciones de la empresa han bajado cerca de un 50%, con lo que su posible venta apenas tendría impacto para Telefónica.
Presencia
Además, la operadora sigue manteniendo casi un 1% del capital del BBVA, que tiene un valor en la actualidad de 273 millones de euros. Ahora bien, no parece probable que Telefónica quisiera deshacerse de esta participación. Además de la histórica relación entre ambos, la participación es muy rentable para Telefónica gracias al dividendo. Si BBVA distribuyó en 2010 un dividendo a cuenta superior a 1.000 millones de euros, significa que la operadora percibió más de 10 millones.
En una situación similar está su presencia en Telecom Italia. Telefónica posee un 46,2% de Telco, holding que a su vez tiene un 22,4% de la operadora transalpina. El valor de mercado de esta participación supera los 1.400 millones de euros. Si la empresa destinó cerca de 1.100 millones a dividendos en 2010, supone que Telefónica percibió más de 100 millones por esta vía. Además, Telefónica indicó que el acuerdo con Telecom Italia generó 1.300 millones en sinergias entre 2008 y 2010, a los que se podrían sumar otros 500 millones anuales más entre 2011 y 2013.
Lo cierto es que Telefónica va a deshacerse de activos no estratíégicos. Esa es su intención. La compañía asegura no se malvenderá nada porque no lo necesita. Eso sí, va a analizar bien de quíé manera se optimizan al máximo todos los activos.