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Autor Tema: Convertibles de BBVA: ¿Puede el banco bajar hasta los 3,5 euros?  (Leído 228 veces)

Eguzki

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Convertibles de BBVA: ¿Puede el banco bajar hasta los 3,5 euros?
« en: Noviembre 29, 2011, 07:34:39 am »
Hoy se abre el plazo para que los inversores en preferentes de BBVA canjeen sus tí­tulos por bonos convertibles que pagarán un 6,5% anual. Quienes decidan cambiar unos tí­tulos por otros no perderán ni un solo euro si la cotización del banco que preside Francisco González no cae por debajo de los 3,5 euros. Este precio, por debajo del cual no se canjearán las obligaciones, es un nivel al que ni siquiera se ha acercado BBVA en los peores momentos de la crisis, cuando en marzo de 2009 marcó el mí­nimo de los últimos cuatro años a 4,49 euros.

Si se tiene en cuenta el precio de cierre del lunes, de 5,95 euros, el valor tendrí­a que bajar un 41% para llevar los números rojos a las carteras de los inversores que decidan apostar por los bonos convertibles del banco. Los precedentes dicen que desde que empezó la crisis BBVA ha llegado a superar ese porcentaje en una ocasión en un ejercicio completo. Fue en 2008, cuando perdió un 48,3% en bolsa. El año pasado se dejó otro 38,19% de su valor.

En un escenario de enorme incertidumbre regulatoria en el sector financiero y con el riesgo soberano impactando con fuerza en sus expectativas, ¿se puede repetir la jugada ahora? Los expertos creen que es prácticamente imposible. “Tiene potencial para llegar a ocho euros. Presenta unos ratios históricamente muy atractivos, está muy diversificado y tiene totalmente contenida la morosidad de su negocio domíéstico. Recomendamos sobreponderar”, explica Nuria ílvarez, de Renta 4.

Por su parte, ING asegura en un reciente informe que prefiere BBVA sobre Santander “en tanto que el primero presenta mejor calidad de sus activos en el mercado interior, una generación de capital orgánico más sólida y una mejor posición de financiación en el corto-medio plazo”.

Sin precio prefijado

A diferencia de la mayorí­a de las emisiones de convertibles lanzadas por la banca en los últimos años, que a dí­a de hoy se cuentan por sonoros fracasos, BBVA no ha prefijado un precio de conversión de los bonos en acciones. Por lo tanto, el precio se fijará con la cotización de cierre del banco en las cinco sesiones anteriores a la fecha de canje. Esta opción es muy beneficiosa para el inversor, ya que la píérdida o la ganancia será en condiciones normales muy poco significativa, ya que desde que se realiza el canje hasta que se entregan las acciones y se pueden venden en el mercado no deberí­a transcurrir más de una semana.

Por lo tanto, esta fórmula nada tiene que ver con la que rige en las emisiones convertibles de otros competidores como Popular, Sabadell o Santander. El banco cántabro colocó en 2007 hasta 7.000 millones de euros cuyo precio de precio de conversión es de de 13,93 euros. Hoy la entidad cotiza a 5,49 euros. Para que los inversores no pierdan dinero cuando venza la emisión en octubre de 2008 la acción de Santander deberí­a subir un 126%.

Conversión muy flexible

Una de las caracterí­sticas de los convertibles de BBVA es la flexibilidad de los plazos de conversión de los bonos en acciones. El banco puede decidir a partir de marzo de 2012 adelantar el canje, por lo que los inversores sólo recibirí­an la retribución fija del 6,5% -menor que el 8,25% de Banco Pastor, el 8% de Popular, el 7,75% de Sabadell el 7% de La Caixa y Bankinter, aunque en estos casos los plazos de conversión son mucho más largos- durante tres meses.

No obstante, el objetivo de BBVA es canjear la mitad de la inversión en junio de 2012 y el resto en el verano de 2013 para que todos los bonistas se convierten en accionistas y empiecen a cobrar dividendos. En cualquier caso, el perjuicio que causarí­a a los nuevos accionistas un hipotíético adelanto del canje es muy relativo, ya que la rentabilidad por dividendo del banco es muy alta, de alrededor del  7,5%. Aunque esta última cifra no se puede garantizar como en el caso del interíés fijo de las convertibles -depende del pay out y de la cotización en bolsa-, el plazo relativamente corto hasta la conversión asegura una rentabilidad por dividendo atractiva.