El draconiano plan de ajuste adicional que María Dolores de Cospedal presentó el pasado viernes no ha evitado que Fitch haya recortado la nota de la comunidad autónoma hasta BBB+ desde A. Está dos notas por encima del bono basura y lo malo es que la agencia amenaza con recortes adicionales.
Tres meses despuíés de ganar las acciones en Castilla La Mancha, el PP advirtió que la comunidad autónoma estaba en "quiebra", el pasado septiembre anunció que recortaría el gasto en 1.815 millones y el pasado viernes metió un tijeretazo adicional de 350 millones a partir de 2012. En total, 2.165 millones de euros.
Pues bien, una de las tres casi poderosas agencias de calificación ha movido ficha. Fitch ha recortado hoy el rating de la comunidad presidida por María Dolores de Cospedal hasta BBB+ desde el anterior de A. La bajada es de dos escalones, pero su nota todavía se sitúa dentro del grado de inversión y, según los criterios de la propia agencia, implica una "buena calificación crediticia".
La mala noticia es que la agencia mantiene la perspectiva en negativa, lo que abre la puerta a futuras rebajas. "Los ratings han sido colocados en perspectiva negativa, en espera del resultado de una revisión de calificación que se hará pública en un plazo breve", advierte Fitch. "La perspectiva negativa revela una elevada probabilidad de que los ratings de Castilla La Mancha sean rebajados de nuevo", setencia la agencia en su escueta nota.
La actual rebaja refleja la complicada situación de liquidez y su díéficit fiscal, del 4,84%, frente al 1,3% autorizado por el Gobierno central. La revisión, que se espera que estíé completada a comienzos de 2012, se centrará en la liquidez de la región y en la aprobación del plan de ajuste. Fitch advierte que la comunidad acumula deudas con proveedores por 2.600 millones de euros a cierre de junio de 2011.
La agencia de calificación tambiíén se muestra preocupada por la incapacidad de Castilla La Mancha para endeudarse a largo plazo. Esto hace depender a la región de su refinanciación de la deuda a corto plazo, lo que deriva en un alto riesgo de cara a las refinanciaciones de 2012.
Según las definiciones de Fitch, los ratings BBB revelan que la expectativa de un impago es baja, la capacidad para hacer frente a sus compromisos de pagos es considerada adecuada, pero condiciones financieras o económicas adversas hacen más probable que se ponga en jaque esta capacidad. La nota actual de Castilla La Mancha se sitúa dos escalones por encima de BB+, el umbral en el que comienza la consideración de bono basura.
Fitch ha tomado esta medida despuíés de que el pasado 24 de marzo rebajara la calificación de Castilla La Mancha hasta A desde AA- (dos escalones) y le mantuviera la perspectiva negativa. Fue en diciembre de 2010 cuando por primera vez colocó su perspectiva en negativa.