El empuje de las economías emergentes del este de Asia sigue siendo robusto, pero la región enfrenta riesgos más grandes que hace sólo tres meses, debido que a los problemas de deuda de Europa y la frágil economía de Estados Unidos podrían empeorar y dar paso a otra crisis global, dijo el Banco Asiático de Desarrollo.
Se espera que la región -las economías del grupo ASEAN más China, Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán- crezca un 7.2 por ciento el próximo año, despuíés de que este año registre un avance del 7.5 por ciento, dijo el martes el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) en su Monitor de la Economía Asiática.
El pronóstico para la región en el 2012 ha sido recortado desde una proyección de 7.5 por ciento realizada en septiembre, y la estimación para China en el 2012 fue reducida a un 8.8 por ciento desde un 9.1 por ciento.
Si bien la inflación parece haber alcanzado un máximo, sigue siendo una preocupación para algunos países, lo que podría complicar los esfuerzos de los funcionarios para estimular la actividad económica si las condiciones mundiales empeoran.
"El panorama cautelosamente optimista para las economías emergentes del este de Asia está sujeto ahora a riesgos bajistas mucho mayores que hace unos pocos meses", dijo el banco.
Consideró como los principales riesgos a las profundas recesiones en Europa y Estados Unidos, el proteccionismo o las políticas que interfieren con el financiamiento del comercio, desestabilizan los flujos de capital o la creciente inflación.
Para el escenario base, se espera que la región crezca cerca de su promedio del 2001 al 2010 de un 7.4 por ciento.
El crecimiento en Filipinas, Tailandia, Vietnam y Corea del Sur aceleraría su ritmo en el 2012 respecto al 2011, mientras que mantendría el mismo paso en Indonesia y Malasia.
El crecimiento se desaceleraría en Hong Kong, Singapur y Taiwán.
El BAsD dijo en su elaboración económica de tres escenarios para una nueva crisis global -una recesión en la zona euro; una recesión en Estados Unidos y una profunda recesión en la zona euro; y una caída del PIB europeo y estadounidense a niveles del 2009- mostraron un impacto menor para la región que la crisis del 2008/09.
Hong Kong y Singapur serían las más afectadas por recesiones en otras regiones, al igual que las economías con gran exposición comercial a Europa, como China y Taiwán.
Una crisis global aumentaría la aversión al riesgo y los flujos de salida de capital, endurecería las condiciones del críédito, mientras que en la respuesta monetaria y fiscal a la crisis del 2007/08 implican que los funcionarios tienen menos espacio para estimular a sus economías.
El BAsD dijo que los sistemas bancarios de la región eran sólidos y que las vulnerabilidades parecen ser menores que en el 2007. Así tambiíén, la región ha disminuido su dependencia de los mercados de exportaciones en Europa y Estados Unidos, y su posición fiscal es más firme.
"En esta ocasión, sin embargo, cualquier nueva crisis financiera mundial probablemente duraría más tiempo -debido a que las condiciones fiscales más díébiles en la zona euro y Estados Unidos limitan su capacidad de rescatar a los sistemas financieros", sostuvo