La incertidumbre en la zona del euro exacerba el riesgo de inflación en Míéxico por una moneda local debilitada, advirtió el viernes el subgobernador del banco central mexicano, Manuel Sánchez.
En un discurso ante la Cámara de Comercio Estados Unidos-Míéxico en Los Angeles, California, Sánchez dijo que el principal riesgo inflacionario viene del peso, que la semana pasada tocó su nivel más bajo en dos años y medio, golpeado por la crisis de deuda en Europa.
"Los riesgos deben ser monitoreados de cerca. De momento, la amenaza principal parece venir de la posibilidad de un peso mexicano más díébil, por ejemplo, afectado por la continuada incertidumbre en la zona euro, podría traducirse en presiones inflacionarias generalizadas", dijo, según una transcripción de su discurso, publicado en el sitio en internet del Banco de Míéxico.
El banco central ha mantenido la tasa de referencia en 4.5 por ciento desde mediados del 2009, y ha señalado que podría recortarla para apuntalar el crecimiento, pero no en caso de que un peso más díébil eleve el precio de los bienes importados y que atice la inflación.
La inflación ha venido creciendo en meses recientes, distanciándose de la meta del 3 por ciento del banco, tocando un 3.48 por ciento en noviembre.
No obstante, Sánchez dijo que la debilidad de la moneda no tiene un efecto sobre la inflación tan fuerte como en el pasado, "el impacto potencial de una depreciación considerable en el peso mexicano es desconocido".
La economía mexicana está fuertemente ligada al desempeño de la de Estados Unidos, el principal socio comercial del país latinoamericano.
"Una producción manufacturera en desaceleración en Estados Unidos tiene un impacto casi inmediato en la producción manufacturera de Míéxico", dijo Sánchez.
"Los datos del comercio internacional de octubre sugieren que esta desaceleración probablemente continuó en el cuarto trimestre", agregó.