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Autor Tema: “La tendencia de medio y largo plazo es marcadamente bajista en Bolsa”  (Leído 232 veces)

Scientia

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“La tendencia de medio y largo plazo es marcadamente bajista en Bolsa”

Fuente: El Nuevo Lunes

Los mercados son cambiantes: las oportunidades pueden dejar de serlo en un periodo corto de tiempo, según Ana Rafels, lo que complica la inversión en el largo plazo. La directora de AR-EAFI considera que los riesgos bajistas son importantes en el medio plazo y espera ver movimientos correctivos que devuelvan al Ibex-35 a testear niveles de 7.500. Su recomendación es ponderar el oro y la renta variable emergente. Para perfiles agresivos, posiciones cortas en Bolsa, especialmente en bancos.

Ana Rafels es fundadora y directora de AR EAFI, firma independiente de asesoramiento financiero y patrimonial. Especializada en análisis tíécnico y en el diseño de estrategias de inversión, desde 2002 se ha dedicado al análisis de los mercados financieros, y fundamentalmente, al asesoramiento de inversiones. Es socia y analista en Bolsacash.com. Licenciada en Económicas, en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Jaume I así­ como experta en Gestión de Renta Variable con Derivados Financieros y Operador y Liquidador en derivados financieros por MEFF.

—¿Es momento para invertir en renta variable?

—Si pensamos en posiciones alcistas, es momento de estar dentro, solo sí­ el inversor tiene un perfil de riesgo agresivo. Es este caso, podemos ponderar la renta variable aunque siendo muy estrictos con la estrategia. Ahora más que nunca, las estrategias deben quedar definidas tanto por el objetivo a alcanzar como por el riesgo a asumir. Además, se debe de ser exigente y marcar los nuevos objetivos y de riesgo a asumir en la medida que se vayan alcanzando los objetivos que se habí­an planteado.

—¿En quíé valores recomendarí­a invertir dependiendo del perfil de riesgo?

—Con un horizonte temporal de corto plazo y perfil de riesgo agresivo, el sectorial bancario puede tener un buen comportamiento; una vez más, condicionado a que no tenga lugar una nueva decepción con las autoridades polí­ticas europeas. A medio y largo, seguimos ponderando el oro, renta variable emergente. Tambiíén buscarí­amos puntos de entrada para posiciones cortas en renta variable, especialmente en el sector bancario.

—¿Cómo ve la Bolsa española a corto y medio plazo?

—En el corto plazo, si las autoridades polí­ticas europeas no defraudan, espero ver una continuidad de la mejora que podrí­a llevar al selectivo español a testear niveles de 9.350 y en el mejor de los casos, niveles de 9.700-9.850. Sin embargo, no podemos olvidar que la tendencia de medio y largo plazo es marcadamente bajista y que los movimientos del corto plazo, tan solo suponen un movimiento correctivo de la tendencia principal. Esa mejora, podrí­a tener continuidad en el corto plazo pero bajo nuestro análisis no serí­a suficiente para revertir la tendencia a alcista. Es por ello que en el medio plazo los riesgos bajistas son importantes y espero ver movimientos correctivos que devuelvan al Ibex 35 a testear niveles de 7.500. Una zona de soportes decisiva ya que en la medida que se mantenga podemos ver intentos de recuperación. Si finalmente estos niveles se perforan a la baja, verí­amos una aceleración de las ventas que potenciará la estructura bajista de medio y largo plazo que define los movimientos del Ibex 35. Si eso ocurre, no deberí­amos tener posición alcista alguna en renta variable española. Aunque a priori parece algo obvio, me veo en la necesidad de enfatizarlo porque son muchos los inversores que intentando comprar en "mí­nimos" quedan atrapados en posiciones que en poco tiempo, registran fuertes píérdidas.

—¿Cuál es su perspectiva de los mercados, a corto y medio plazo? ¿Entre tanta incertidumbre hay espacio para ver la luz al final del tunel?

—En el corto plazo podemos asistir a una continuidad de la mejora en los mercados financieros, si finalmente las autoridades polí­ticas europeas son capaces de coger el relevo de las autoridades monetarias y de implementar medidas ambiciosas, creí­bles y valientes. Sin embargo, son los compromisos de consolidación fiscal y la debilidad económica, los que me hacen ser menos optimista en el medio-largo plazo. Las estimaciones sobre la economí­a apuntan a una continuidad del deterioro económico en 2.012 y un lento despertar en el 2.013. Así­, se dibuja un horizonte en el que la debilidad económica seguirá conviviendo con los ambiciosos objetivos de consolidación fiscal; algo que como hemos visto en los últimos meses, conforma un complicado cí­rculo vicioso que a la vez, se retroalimenta. Caí­das adicionales en el crecimiento económico, impiden que se alcancen los objetivos de díéficit, obligando a los paí­ses a seguir anunciando nuevos planes de austeridad (reducción de gasto público y más subidas de impuestos) y a la vez, asfixiando el ya de por sí­ debilitado crecimiento económico.

—¿Tiene sentido seguir endeudándose indefinidamente?¿Quíé opina de la última decisión de los bancos centrales -Europa, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y Suiza- de inyectar más liquidez al sistema financiero?

—Intentar solucionar un problema de deuda emitiendo más deuda, no soluciona el problema sino que lo potencia. De hecho, la lectura que nos deja la recurrente medida que se ha implementado en el mundo entero en los últimos años, muestra un resultado más que evidente. Aquella crisis financiera que estalló en EEUU hace cuatro años, ha dado paso a una crisis de deuda que afecta a muchos paí­ses (no sólo europeos) y que además, convive con unas economí­as demasiado díébiles para crecer por sí­ mismas. Podrí­amos resumir diciendo que la estrategia del endeudamiento ha propiciado que la bola de nieve se haga tan grande que, lo que antes era un problema de unas pocas entidades bancarias, ahora es problema de paí­ses enteros. Hasta ahora, el endeudamiento que han realizado los paí­ses y que les ha llevado a alcanzar unos niveles de díéficit y deuda insólitos, lamentablemente no se ha hecho llegar a la economí­a real. Y por tanto, no ha tenido impacto alguno sobre la misma. Quizá la pregunta no es tanto si tiene sentido el endeudamiento sino el modo de emplear ese endeudamiento. Desde luego, si el endeudamiento se sigue realizando con el objetivo de ayudar a las entidades bancarias y sigue sin llegar a la economí­a real, creo que es un planteamiento totalmente equivocado.

—¿La Deuda Pública española ha dejado de ser una inversión para perfiles conservadores para convertirse en un inversión arriesgada?

—Indiscutiblemente, la inversión en deuda española es más arriesgada ahora que hace unos años, pues la calificación crediticia es menor. Además, la crisis de deuda que vive Europa propicia que España estíé en continuo examen y permanezca como firme candidata a nuevas rebajas de rating. En eso han tenido mucho que ver esa recurrente y sistemática estrategia del masivo endeudamiento que se ha implementado en España, y el flaco favor que nos han hecho las agencias de análisis y calificación de riesgos. Pese a que son muchos los paí­ses que han implementado esa estrategia del masivo endeudamiento, y muchos los paí­ses que conviven con unos niveles de deuda-díéficit que son inconsistentes con el crecimiento económico, las agencias de análisis y calificación de riesgos han decidido concentrar sus advertencias y rebajas en los paí­ses más vulnerables de la zona euro. Las reiteradas advertencias y rebajas de rating del papel español, han potenciado la desconfianza en los inversores, convirtiendo este aspecto en protagonista. La lectura más clara la tenemos con la prima de riesgo y en las crecientes rentabilidades que exigen los inversores para acometer sus inversiones. Lo escandaloso es que no se examine a todos los paí­ses del mismo modo. ¿Es aceptable, consistente y sostenible, la deuda estadounidense con los reducidos niveles de crecimiento del último año?

—¿Cuál es el valor añadido que aporta el asesoramiento independiente en momentos de incertidumbre como el actual?

—La independencia es fundamental para poder realizar un asesoramiento, objetivo, claro y focalizado en el cliente. Esa es la base para alcanzar nuestro objetivo, trabajar con nuestros clientes como asesores de confianza. En Ana Rafels, EAFI, analizamos y estudiamos el perfil de riesgo del cliente. Y por otro lado, analizamos constantemente los mercados para detectar las oportunidades que son cambiantes; a veces se trata de ponderar hacia determinado paí­s, sector, activo y en cambio, en otras ocasiones se trata de evitarlos. No existe un paí­s, sector o activo que ofrezca retornos positivos sistemáticamente. Las condiciones de los mercados son cambiantes y es por ello que nuestro asesoramiento es dinámico y concede gran importancia al análisis. Sólo así­, sabremos dónde y cómo tenemos que estar posicionados. En pocas palabras, el cliente nos hace saber sus objetivos, tambiíén nos dice el riesgo que está dispuesto a asumir, y nosotros desarrollamos una estrategia que, sujeta a dichas exigencias, permita participar de las oportunidades de los mercados financieros.