Telefónica anunció ayer un recorte del 14% del dividendo previsto para 2012, al pasar de los 1,75 euros por acción a 1,50 euros. Además, un año antes de lo previsto, la compañía introducirá la retribución combinada de dividendo y recompra de acciones. Para 2013, la remuneración será de 1,50 euros, cuando había fijado anteriormente 1,75 euros.
Desde el pasado verano, la dirección de Telefónica ha reiterado una y otra vez que no habría cambios en su política de retribución al accionista. Cíésar Alierta, Julio Linares, Josíé María ílvarez-Pallete, íngel Vilá... todos habían hablado en esa dirección ante los numerosos rumores que flotaban en las Bolsas. De hecho, en la comunidad financiera había muchas dudas. En una reciente conferencia del sector de las telecomunicaciones organizada en Barcelona por Morgan Stanley, casi todas las preguntas dirigidas por los analistas a íngel Vilá, director financiero, se refirieron al apalancamiento y la retribución al accionista. Ahora, Telefónica ha procedido a un cambio en este último ámbito a causa de la crisis económica.
Así, la empresa señaló ayer que el dividendo de 2011 se mantiene en 1,60 euros por acción, de los que ya se ha hecho un pago de 0,77 euros. El importe restante, 0,83 euros, se pagará en mayo de 2012. Ahora bien, en lugar de ser únicamente en dividendo como estaba previsto, habrá una combinación de efectivo y en especie. Telefónica explicó que el desembolso en especie se realizará "mediante la distribución de acciones en autocartera de la compañía por un importe máximo de 0,30 euros por acción y sujeto a las condiciones del mercado". La operadora indicó que, al tíérmino del tercer trimestre, su autocartera ascendía al 1,44% del capital social.
De cara a 2012, la compañía ha establecido una remuneración total de 1,50 euros por acción, incluyendo el pago de un dividendo en efectivo de 1,30 euros por título y una recompra de acciones por el importe restante. En febrero pasado, Telefónica había establecido para 2012 el pago de un dividendo de 1,75 euros, lo que implica que ha llevado a cabo un recorte del 14%, además de la introducción, ya el año que viene, de la recompra de acciones, que no estaba prevista hasta 2013. De igual forma, supone una reducción del 6,25% con respecto a la remuneración de 2011.
Para 2013, Telefónica ha establecido una remuneración total de 1,50 euros, combinando efectivo y acciones (se decidirá dependiendo de las condiciones del mercado y de las preferencias de los inversores) cuando en febrero había fijado para ese año y sucesivos ejercicios una retribución total mínima de 1,75 euros, entre dividendo y recompra de títulos.
Ayer por la tarde, en una conferencia con inversores, Vilá señaló que, antes de tomar esta decisión, Telefónica ha escuchado a inversores, analistas y agencias de rating.
"Hemos estado atentos a lo que ha estado haciendo el mercado con nuestra política anterior", afirmó el directivo, quien añadió que "esta política no estaba siendo reconocida por el mercado, y hemos decidido adaptarnos a las nuevas condiciones". Asimismo, dijo que Telefónica se ha puesto en contacto de manera informal con las agencias de rating. "Creemos que su respuesta ha sido favorable, aunque todavía no se han pronunciado oficialmente", afirmó.
El ejecutivo negó que Telefónica vaya a poner en marcha una estrategia de scrip dividend. "No planeamos emitir acciones para retribuir al inversor", dijo. Vilá defendió que con la decisión, la compañía busca mejorar la flexibilidad financiera. "La nueva remuneración es sostenible con nuestra estrategia de inversiones para capturar oportunidades de crecimiento en nuestros mercados, incluida la compra de espectro en países como Brasil y Reino Unido", indicó.
Ratio de endeudamiento
Además, Telefónica reiteró su objetivo de mantener un ratio de endeudamiento (deuda neta más compromisos frente al beneficio operativo) en el rango de 2,0 y 2,5 veces. Vilá indicó que la operadora va a avanzar progresivamente hacia el punto medio de esa franja en el medio plazo. En este sentido, la operadora dejó claro que no recurrirá a la emisión de deuda para cumplir sus compromisos de remuneración.
De igual forma, insistió en que continuará optimizando su portfolio de activos no estratíégicos. Telefónica ha llegado a un acuerdo esta semana para vender 2.500 torres de telefonía móvil en Míéxico a American Tower por cerca de 500 millones de dólares (unos 378 millones de euros). No obstante, Vilá descartó revelar detalles de posibles desinversiones. "Queremos ser prudentes y no identificar los activos que se pueden vender", dijo.
Ante las preguntas de los inversores, Vila señaló que Telefónica mantiene sus previsiones para 2011, si bien descartó hacer estimaciones para 2012, indicando que se darán en febrero del próximo año. De igual forma, indicó que la operadora mantiene sus previsiones de capex además de asegurar que no tendrá problema de liquidez para hacer frente a los vencimientos de deuda de 2012. En este sentido, el año que viene, la compañía tiene vencimientos por un importe próximo a 7.000 millones, y cercanos a 7.500 millones en 2013.
En cualquier caso, y pese al recorte, Telefónica aseguró que su rentabilidad por dividendo, del 13% en 2012 (el 11,9% en 2011), sigue siendo una de las más altas del sector. Así, afirmó que en el índice DJ Telco es solo superada por Portugal Telecom y Cable & Wireless, situándose por delante de France Tíélíécom. A su vez, Telefónica encabeza este ranking en el Ibex 35 y en el Euro Stoxx 50.
Fuerte movimiento de los ADR en Wall Street
Los ADR de Telefónica registraron una caída superior al 3% nada más anunciarse la nueva política de retribución al accionista. Los títulos de la operadora cayeron por debajo de la cota de los 16,8 dólares, su precio más bajo de los últimos cinco años. Al cierre de la sesión, los ADR de Telefónica bajaron un 3,18%, con un volumen de contratación muy superior a la media de los últimos tres meses. En Madrid, las acciones de Telefónica bajaron un 1,79%, si bien la sesión había concluido cuando se remitió a la CNMV el hecho relevante sobre esta cuestión.
Fuentes del mercado indicaron que la decisión va a tener un impacto negativo en las acciones de Telefónica, si bien precisaron que los inversores ya habían descontado este movimiento. Desde principios de noviembre, las acciones han caído un 14%. En el mercado tampoco parece haber gustado mucho que Telefónica haya retrasado la decisión. "Podían haberlo dicho en la última presentación de resultados, que fue hace un mes", dijo un analista.