INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Peligro de recesión en España en el 2009  (Leído 817 veces)

Zorro

  • Administrador
  • Excelente participación
  • *****
  • Mensajes: 88.506
  • Karma: +35/-39
  • Sexo: Masculino
Peligro de recesión en España en el 2009
« en: Junio 22, 2008, 10:31:32 am »
Peligro de recesión en España en el 2009

Recesión es la palabra temida por todos y eludida por el Gobierno ante cada nuevo varapalo estadí­stico, para quizá así­ conjurar los temores cada vez más fundados de que cobre vida y realidad en los próximos meses. Como si por ignorarla, o por hacer valer su definición sintíética, se evitara que tome forma y atenace aún más la píérdida de dinamismo que la economí­a española arrastra desde el pasado verano. A mediados del año próximo el crecimiento económico tocará fondo para empezar a encarar la recuperación.

A mediados de mayo, el gobernador del Banco de España, Miguel íngel Fernández Ordóñez, sostení­a que la probabilidad de caer en recesión era "prácticamente cero". Pero eso era hace un mes...

Tocará suelo el próximo año
Hoy, los analistas consultados por elEconomista hablan de al menos un 25 por ciento de posibilidades, y creciendo... El consuelo: que el debilitamiento económico tocará suelo a mediados del año próximo, para comenzar una etapa en que -a pesar de vislumbrarse un crecimiento reducido- se activará la espoleta de la lenta recuperación.

El mercado laboral español comenzará a destruir empleo en tíérminos netos a finales de 2008 -como muy tarde, a principios de 2009- según los expertos, una situación equiparable a la recesión, incluso en el caso de que el Producto Interior Bruto siga sin manifestar tasas de crecimiento negativas.

Y desde Analistas Financieros Internacionales (AFI) se manejan previsiones de destrucción de empleo neta para finales de este año o principios del próximo, lo que dibuja una economí­a -la española- que comienza a caminar marcha atrás, como los cangrejos.

La analista de mercados de AFI, Sara Valiña, explica para elEconomista que, desde enero de 2007, el mercado laboral español arroja un claro deterioro, azuzado por el parón del mercado inmobiliario.

Aumenta el paro y se ralentiza la creación de empleo. Así­, la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre arroja un alza en la ocupación del 1,6 por ciento, frente al 3,45 por ciento de hace un año. Y la tendencia es a seguir ralentizándose, hasta final de este ejercicio y principios del próximo.

El diagnóstico definido
De este modo, el escenario económico más temido está cada vez más cerca. La definición tíécnica de una recesión -dos trimestres seguidos con crecimiento negativo del PIB en tíérminos intertrimestrales- es a menudo la defensa del Ejecutivo y del propio vicepresidente económico, Pedro Solbes, para quienes advierten de su inminencia. Pero, si bien esa situación no se ha dado -el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 0,3 por ciento en el primer trimestre de 2008 respecto al último del ejercicio anterior-, existen cuadros de sí­ntomas análogos a la recesión.

De este modo, dicen los economistas -según explica el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo- que cuando una economí­a asiste a una destrucción neta de empleo y registra exiguos avances del PIB, por debajo de su potencial, la recesión es un hecho.

Y el crecimiento del primer trimestre de este año -2,7 por ciento interanual y 0,3 intertrimestral- nos zambulle en un contexto económico duro, al que acompaña una seria inflación al 4,6 por ciento -en gran parte importada del exterior-, una notable baja en los indicadores de confianza de los agentes económicos y un "ajuste abrupto" en la construcción, que, en su rama residencial, ya presenta tasas negativas, según apunta Valiña.

Mientras, la tasa de paro anotó un 9,6 por ciento en el primer trimestre del año, cuando en el mismo periodo de 2007 marcaba un 8,47 por ciento. No extraña que los observatorios económicos prevean llegar al 10,5 por ciento en los próximos trimestres.

Así­, "se han confabulado una serie de factores para hacer daño y, lejos de ir moderando, se acentúan", sentencia el director de Coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), íngel Laborda.

Toda la verdad y nada más...
Las definiciones simplificadoras, en ocasiones, no dicen la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y esto tambiíén ocurre con la de recesión tíécnica.

Desde el IEE, Izquierdo indica que esa delimitación del tíérmino -de corte anglosajón- sirve para los paí­ses que llevan contabilidades nacionales como la estadounidense, que obtiene los inventarios de forma directa, continua, y a pie de calle; no como la española, que calcula los inventarios de forma estimativa. Con tal salvedad, indica, "se ve cómo en Estados Unidos cada trimestre se registran notables fluctuaciones en la evolución intertrimestral mientras que en España la Contabilidad Nacional aplana la trayectoria".

En este sentido, Laborda esgrime que es insuficiente el concepto de los dos trimestres negativos y apuesta, en su lugar, por examinar si confluyen una serie de factores que lleven a diagnosticar un "cuadro recesivo". En este punto, la economí­a española no ofrecerí­a dudas de estar enferma. Por un lado, el Producto Interior Bruto crece por debajo de su lí­nea tendencial (3 por ciento).

Si se toma el primer trimestre del año, en tíérminos anualizados estarí­amos creciendo no más del 1,2 por ciento. Además, sube el paro, las afiliaciones a la Seguridad Social se ralentizan y la creación de empleo es menor. Para colmo, la inversión de las empresas frena y prosigue la inestabilidad financiera, argumenta.

El cuadro es claro, explica Laborda, "la fase descendente del ciclo empezó hace un año y ya hemos traspasado la barrera conducente a la fase recesiva. No en vano, Funcas contempla -en su último panel de previsiones- que junio podrí­a cerrar el segundo trimestre del año con crecimiento cero o ligeramente negativo.

Destrucción creadora
Laborda explica mediante esta imagen paradójica -la destrucción creadora, concepto concebido por el economista Joseph Schumpeter (1883-1950)- el saneamiento que en la economí­a española se va a producir en esta fase de declive. La construcción no podí­a seguir al ritmo de 800.000 viviendas al año ni el paí­s soportando la sobredependencia de este sector. A esto se ha referido el propio vicepresidente Solbes en los últimos meses.

Y Laborda va más allá. Explica que el "cuadro recesivo" activa una serie de mecanismos a íél asociados que depuran situaciones que, como la sobredimensión inmobiliaria, no podí­an ser sostenibles en el tiempo. Valiña, desde AFI, apuesta por la confianza en el sector servicios como tabla de salvación para aplacar en los próximos meses el deterioro del mercado laboral.

Y es que en el ecuador de 2009, cuando se registrará el suelo de crecimiento, la destrucción creadora será -con polí­ticas adecuadas- la clave para la recuperación. Un remonte que durará unos dos años. Así­ lo vaticina Izquierdo, cuando indica que, en España, las crisis no son cortas, no son de unos meses.

La cura
Si bien el pulso económico es recesivo, indica Izquierdo, y no faltan elementos para calificar la actual situación de estanflación -crecimiento contenido, inflación disparada y paro creciente-, existen polí­ticas con capacidad de sacar a la economí­a española del declive.

Es preciso, en este momento más que nunca, adoptar "polí­ticas positivas de oferta", indica Izquierdo: potenciar la inversión pública, bajar las cotizaciones sociales, contener la carga impositiva. En definitiva, reducir los costes de las empresas, para así­ poder reactivar las expectativas y el crecimiento.

Verde esperanza
¿El lado bueno de todo esto? Que no restan demasiados meses para que el crecimiento, aunque limitado, muestre visos de recuperación, aunque aún a tasas bajas. Los expertos coinciden en emplazar el peor punto de la desaceleración en el entorno del segundo semestre de 2009, con una inflexión progresiva.

Ni las recesiones ni las crisis son de corta duración en España, indica Izquierdo, pero los altos ritmos de crecimiento de hace un año, consuela Laborda, tení­an elementos de carácter insostenible, como el ritmo de construcción de viviendas.