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Autor Tema: La economí­a mundial hace agua  (Leído 799 veces)

Zorro

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La economí­a mundial hace agua
« en: Junio 22, 2008, 10:53:25 am »
La economí­a mundial hace agua

Publicado en Expansión por S. Píérez

Crecimiento a la baja e inflación al alza. Una combinación peligrosa que puede abocar a la economí­a mundial a un largo letargo. Los expertos subrayan que hay aún demasiadas incógnitas y aconsejan una cartera defensiva para afrontar los próximos meses.

“Muy complicado”. í‰se es el diagnóstico sobre el estado de la economí­a global en el que coinciden la mayorí­a de los expertos. Es una expresión dulcificada para evitar el tíérmino grave, según reconocen algunos profesionales. Como mí­nimo, hay que admitir que los sí­ntomas son bastante preocupantes. En palabras de Josíé Luis  Martí­nez Campuzano, estratega de Citi en España, “íésta es la crisis más complicada de los últimos veinte años”.

La inflación está disparada (3,6% en Europa y 4,6% en España, cuando el objetivo oficial es el 2%), mientras el crecimiento se desacelera a marchas forzadas. Se trata de uno de los peores binomios a los que se puede enfrentar la economí­a, que conduce a la estagflación. Esta fase de los ciclos económicos combina bajo crecimiento, alta inflación y desempleo elevado. Pero tambiíén es cierto, según los expertos, que el entorno está plagado de incertidumbres y que, como cada crisis es única, es difí­cil anticipar los derroteros por los que transcurrirá íésta.

Los expertos se muestran divididos: unos creen que la estagflación será inevitable, mientras que otros la descartan. 

“Estamos en estagflación. Suele ser extraño, pero cuando hay ocurre que la economí­a se para aunque la gente tiene dinero y cierta inercia para consumir. La economí­a lleva sus sinergias: cae el consumo, entramos en crisis, pero las empresas tardan un tiempo en tomar sus decisiones. La clave es el empleo: todaví­a no se ha resentido mucho”, comenta Juan Ramón Caridad, socio director de Atlas Capital. Para Trevor Greetham, director de asignación y gestión de activos de FF Multi-Asset Strategic Fund, “el modelo del reloj de la inversión (ver gráfico) está dando la más alta posibilidad de que la economí­a global entre en estagflación.

En todo caso, conviene definir al máximo las variables de afectan a la economí­a con el objetivo de aplicar la receta de inversión más adecuada, ya que en cada fase del ciclo se comportan mejor unos activos que otros. 

Receta
Posiciones defensivas. Ese es el eje de la inversión que aconsejan los expertos para transitar por esta complicada fase de la economí­a. De acuerdo con el modelo del reloj de la inversión, esta opción es la más adecuada para las etapas de estagflación. Pero como prueba de las dudas sobre el estado real de la economí­a –posiblemente nos encontremos en territorio fronterizo–, muchos inversores están apostando fuertemente por las materias primas y los compañí­as cí­clicas de valor, los activos más idóneos para sacar el máximo partido a las inversión durante las fases previas, de ralentización del crecimiento.

Mientras se define más  ní­tidamente el panorama.   Greetham “ha abandonado cualquier sobreponderación a telecomunicaciones, añadiendo tecnologí­a e industria” a su cartera de renta variable. Greetham se muestra poco partidario de la bolsa y del sector inmobiliario, y se inclina por los bonos (40% de la cartera), la liquidez (10%) y las materias primas (10%).

El gestor de Fidelity reconoce su visión negativa sobre el sector financiero global y las compañí­as de consumo.

Los expertos de Capital Strategies Partners coinciden en esta apreciación, a la que suman el sector constructor. Dentro de la renta variable, sobre la que mantienen una posición cautelosa, se inclinan por los valores de energí­a (20%) –extracción de petróleo, gas natural, carbón–; industria (10%); materiales (10%) y sector sanitario (14%).

Pero ante todo, a los inversores que tienen que estar siempre en bolsa –fondos de pensiones, fondos de fondos y gestores de activos– aconsejan “evitar los í­ndices. Interesa buscar fondos de stock pickers (cazadores de oportunidades), preferentemente de compañí­as mediana y gran capitalización, que tengan un tracking error alto (que no sigan el í­ndice o el benchmark)”, explica Gregory Ratliff, socio de la firma.

La razón fundamental es que los principales í­ndices bursátiles tienen un alto peso de los bancos y grupos financieros: es del 40% en el caso del S&P 500, recuerda Ratliff, y tambiíén es relevante en indicadores como el alemán Dax, o el británico Footsie.

La crisis subprime (hipotecas de alto riesgo) desencadenada el pasado verano ha puesto al sector financiero en la cuerda floja. Los anuncios de  píérdidas, de provisiones y las necesidades de capitalización de los bancos se suceden inquietantemente desde hace varios meses, y los expertos creen que asistiremos a más noticias negativas en el sector –“hay dudas sobre la calidad de los balances”, opinan en Schroders–, especialmente en Estados Unidos , donde hay “una crisis hipotecaria por ajustar”, dice Martí­nez, pero tambiíén en Europa.

A esto hay que sumar que “la estagflación no es un buen periodo para los bancos”, señala Greetham. La mayorí­a de las firmas recomiendan mantenerse a una distancia prudencial de la bolsa. “La visibilidad es muy reducida en todos los frenes de riesgo y el posicionamiento defensivo en renta variable parece obligado a corto plazo”, sostienen en Banif.

Estos expertos consideran que la apuesta ahora debe estrar en la gestión alternativa, a la que destinarí­an un 30% de la cartera. “Es un producto adecuado para las fases de volatilidad y para diversificar la cartera, aminorando por tanto el riesgo. Este activo puede aportar rendimientos más estables, en un horizonte temporal de medio plazo, con un rango de volatilidad controlada, dada su escasa o nula correlación con el comportamiento de los mercados”, añaden en la firma.

Capital Strategies Partners tambiíén recomienda en estos momentos las inversiones alternativas. “Los hedge funds han tenido un mal comienzo de año, pero tradicionalmente vuelven a la media. Si íésta es euribor más 4 (9%),  lo que no hayan hecho hasta ahora lo tendrí­an que alcanzar hasta final de año”, explica Daniel Rubio, socio de la firma.

La conclusión de los expertos es que no se pueden esperar grandes retornos, al menos a corto plazo. La íépoca de vacas gordas de la inversión, cuando era relativamente fácil obtener rentabilidades anuales superiores al 20% –la bolsa española ha proporcionado una media del xxx% en los últimos cinco años–, se ha agotado, como corresponde razonablemente con el devenir del ciclo económico.

Despuíés de la etapa actual –nadie pone en duda que es de retracción a escala global, tenga todaví­a que definirse más–, vendrá otra de recuperación del crecimiento en la que se podrá tratar de rentabilizar el dinero con valores defensivos de crecimiento. Pero los expertos recuerdan que hay que tener paciencia.

La rebaja de expectativas económicas es generalizada. El último dato –de abril–del Fondo Monetario Internacional (FMI) cifraba el crecimiento mundial para 2008 en el 3,7%; en enero, el porcentaje se situaba en el 4,2%. Para 2009, el recorte es mayor. ha pasado del 4,.4% al 3,8% en el mismo periodo. Los profesionales no descartan nuevas revisiones a la baja en los últimos meses.

“Esperamos un crecimiento en forma de U, con dos o tres años por debajo del potencial, para luego recuperar terreno, dice Martí­nez. Para este experto, la clave reside en que estamos pendientes de un ajuste económico y financiero. “El mundo perfecto del que vení­amos está fallando. Hemos podido con todo: guerras, terrorismo, minicrash de los mercados. Desde hace un año, ya no es así­â€, añade el experto de Citi.

¿La salida?
De acuerdo con la receta de manual, tocarí­a a los gobiernos introducir estí­mulos para reactivar la economí­a, lo que se conoce como reflación. ¿Cómo? Reduciendo impuestos o cambiando la oferta monetaria, por ejemplo. En el caso de España, hay bastante margen, recuerda Caridad, porque el ratio deuda/PIB es muy bajo.

“Además de las medidas de tipo fiscal, se puede implantar otras que fomenten la competitividad de cara a vender a nuestros socios. Siempre ha sido el talón de Aquiles de nuestra economí­a, pero ha empezado a cambiar. Los bancos y las constructoras son un buen ejemplo de que los españoles son capaces de ganar cuota de mercado en el extranjero”.



Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.