El recorte en la calificación de Bíélgica que hizo la agencia Moody's destaca la necesidad de reducir el díéficit del presupuesto del año próximo a un 2.8% del PIB, tal como acordó la coalición de Gobierno, dijo el sábado el ministro de Finanzas Steven Vanackere.
Aunque el objetivo de díéficit y las medidas para alcanzarlo fueron acordados por la coalición de Gobierno, compuesta por 6 partidos, los economistas consideran que se necesitan más medidas de austeridad, dado el debilitado panorama económico para el país y para toda la zona euro.
Vanackere dijo en una entrevista con que si las revisiones periódicas que se realizarán durante el 2012 mostraban que Bíélgica estaba fuera de curso para alcanzar ese objetivo, se tomarían nuevas acciones.
"(El objetivo de un) 2.8 por ciento se logrará. Si las estimaciones de crecimiento se rebajan en marzo, eso implicará, por supuesto, (que se implementen) nuevas medidas para garantizar el resultado de un 2.8 por ciento", indicó.
"El 2012 será un año en el que tendremos numerosos controles de presupuesto. Estaremos muy activos en ese nivel y alcanzaremos el 2.8 por ciento", afirmó.
Tarde el viernes, Moody's redujo la calificación de críédito de Bíélgica en 2 escalones, desde Aa1 a Aa3, aduciendo el deterioro en las condiciones financieras en la zona euro, los riesgos para el crecimiento económico y los costos de los rescates de bancos como Dexia.
"Ningún ministro de Finanzas se alegra cuando se produce la degradación de la calificación de un país, pero al mismo tiempo, no es una gran sorpresa", dijo Vanackere.
"Todos saben que en toda la zona euro se están dando recortes de calificación y Bíélgica en particular, con un gran sector bancario y financiero, obviamente es vulnerable mediante las inmensas operaciones para salvar al sector bancario", agregó.
El banco franco belga Dexia -tambiíén golpeado por la crisis- logró a comienzos de mes garantías de financiamiento temporales de Bíélgica, Francia y Luxemburgo para mantenerse operando mientras los países cimentan un rescate que organizaron en octubre.
Los tres Estados entregaron 90.000 millones de euros (121.000 millones de dólares) en garantías para cubrir el endeudamiento de Dexia.
Pero todavía falta que esas garantías entren en efecto, y eso ha provocado rumores de que los Estados no estarían de acuerdo sobre cómo repartirse la carga. El mes pasado, reportes sobre nuevas negociaciones afectaron tanto a los bonos del Gobierno belga como al euro.
"Está claro que cuando un Estado entrega una garantía existe un riesgo", dijo Vanackere acerca de Dexia.
"Nuestra labor es minimizar el riesgo y asegurarnos de que la reestructuración del sector financiero, y de Dexia en particular, vaya a un paso rápido para minimizar los problemas para Bíélgica", dijo.
Vanackere dijo que además de las medidas de austeridad, el país tenía que tomar decisiones para impulsar el crecimiento económico y que podría lograrlo con un uso mejor de su mercado laboral, destacando que los belgas trabajan en promedio 3 a 4 años menos en toda su carrera contra el promedio de la UE.
"Tenemos un tremendo potencial no aprovechado en el mercado laboral belga. Cuando consigamos que más gente trabaje tambiíén podremos impulsar el crecimiento", aseguró.
"Mientras hablamos, se están tomando nuevas reglas y medidas para prolongar la duración de las carreras y para posponer la edad de jubilación", indicó.