Si es uno de los agraciados con el Gordo de Navidad, ya sea con un díécimo (400.000 euros) o un número (4 millones de euros), además de darse algún “caprichitoâ€, deberá plantearse quíé hacer con el dinero.
La primera decisión inteligente que debería tomar es mantener la calma y no cobrar el premio hasta el 2 de enero. Como se ha vuelto a instaurar el Impuesto de Patrimonio, menos en Madrid y Valencia que tienen una bonificación del 100%, cobrándolo en el ejercicio 2012 habría tiempo para una mayor planificación fiscal. Una vez tomada esta primera medida, ya hay que empezar a pensar en invertirlo.
Cuando se les pregunta “en calienteâ€, los agraciados siempre aseguran que van a utilizar el premio “para tapar agujerosâ€. Puede ser una primera opción. Antonio Gallardo, analista del comparador de productos bancarios iAhorro.com, está de acuerdo con esta idea. “La desgravación por compra de vivienda no compensa el coste, sobre todo, si el vencimiento está muy lejano. Es cierto que el premio está exento de impuestos, pero los rendimientos no. Al amortizar deuda, no se generan impuestosâ€, explica Gallardo.
Marc Ribes, socio director de Activotrade, tambiíén cree que conviene amortizar parte de la deuda para “ir más cómodo en los gastos mensuales†y dejar siempre dinero en liquidez para las necesidades a corto plazo. Su consejo: tener al menos tres veces los gastos mensuales en una cuenta remunerada. “Se trata de no tener tensiones de tesorería en al menos un trimestreâ€. Así se evita, por ejemplo, tener que malvender acciones u otro título cuando se necesita dinero en un momento en el que la bolsa ha caído.
Una vez asegurada la liquidez, el resto de la inversión dependerá mucho de la aversión al riesgo del agraciado con el Gordo.
Para el que no quiere asumir ningún riesgo, Marta Díaz-Bajo, directora de estrategia de productos de Atlas Capital, recomienda distribuir el premio entre varios productos. Una parte, en depósitos bancarios, “recordando que el Fondo de Garantía de Depósitos sólo garantiza 100.000 euros por titular y entidad, por lo que habría que diversificarâ€; otra parte en letras del Tesoro, aunque la rentabilidad ha bajado mucho en la última subasta y en la próxima pueda bajar más aúnâ€; otra en pagaríés de empresa, controlando el riesgo crediticio asumido; y una en fondos de inversión, “el vehículo más seguroâ€.
Gallardo prefiere la deuda a medio plazo (dos años) a los depósitos, aunque sólo dedicaría una parte “por si se necesita liquidez antes del vencimiento y en el mercado secundario cotizan con píérdidasâ€. “La rentabilidad de los bonos a dos años es superior a la de los depósitos. Además, conseguir más de un 4% en un depósito está restringido a determinadas cantidades, que no se pueden superar, y no son duraderos en el tiempo. No son interesantes para un premio importanteâ€, comenta.
Para la parte del ahorro que no se va a necesitar a corto plazo, todos los expertos recomiendan destinar una parte a renta variable. “Dentro de un año se verá que ahora era un momento estupendo para comprar. Hay muchas oportunidades en el mercadoâ€, afirma Díaz-Bajo.
El analista de iAhorro.com recomienda fondos cotizados, “porque a largo plazo consiguen una rentabilidad similar a la gestión activaâ€, y fondos globales, “en los que el gestor tiene libertad de invertir y busca las mejores tendencias en cada momentoâ€. En España, se fija en los valores de alta rentabilidad por dividendo, como Santander, que en la actualidad ofrece más de un 10% de rendimiento vía retribución al accionista. El director de Activotrade prefiere las compañías con exceso de caja y que no tengan un apalancamiento excesivo, ya que el entorno actual dificulta el acceso al críédito. En este sentido cita valores como Tíécnicas Reunidas, Repsol, Telefónica, Duro Felguera, CAF o BME.
Para la inversión en bolsas extranjeras, Ribes se decanta los mercados de economías en crecimiento, como China y Brasil. La directora de estrategia de productos de Atlas Capital recuerda que, pese a que las bolsas europeas todavía podrían sufrir por las dudas políticas, las compañías están muy bien valoradas, por lo que son interesantes para un plazo de tres a cinco años.
En cuanto a las materias primas, Gallardo asegura que el oro es un buen producto. “Ha bajado en estos últimos meses, pero por las necesidades de liquidez y la recogida de beneficiosâ€. En su opinión es el único valor refugio, despuíés de la intervención del banco central suizo sobre el franco.
Si el inversor contaba con un número entero del Gordo (cuatro millones de euros), Ribes explica que, además de a una mayor diversificación, tiene acceso a productos más sofisticados. “Podría plantearse invertir en un fondo de capital riesgo o en una participación de una empresa concretaâ€.