Blanchard asegura que a principios de 2011 la situación parecía manejable. Sin embargo, ahora que el año llega a su fin, “la recuperación de muchas economías avanzadas se encuentra en un punto muerto, con algunos inversores que incluso se plantean las consecuencias de una ruptura potencial de la zona euro y existe posibilidad real de que las condiciones pueden ser peores que lo visto en 2008â€, señala, según informó el diario Expansión.
Para el medio español, de esta experiencia Blanchard saca cuatro lecciones:
1. Despuíés de la crisis de 2008 y 2009 la economía está plagada de profecías que se autocumplen
Blanchard explica que el pesimismo u optimismo han impulsado tendencias que se han acabado autocumpliendo “con importantes implicaciones macroeconómicasâ€.
“Lo que ha quedado más claro este año es que los problemas de liquidez, y otras cuestiones asociadas, tambiíén pueden afectar a los gobiernos. Como los bancos, los pasivos del gobierno son mucho más líquidos que los activos de sus ingresos fiscales. Si los inversores creen que son solventes, pueden pedir prestado a una tasa libre de riesgo, si los inversores empiezan a tener dudas, y requieren una tarifa más alta, la alta tasa podría desembocar en “defaultâ€. Cuanto más alto sea el nivel de deuda, menor será la distancia entre la solvencia y el “defaultâ€â€, asegura el economista jefe del FMI.
Italia está en el foco en estos momentos, pero no hay que hacerse ilusiones porque “muchos gobiernos están expuestosâ€, añade. “Sin la provisión de liquidez adecuados para garantizar que las tasas de interíés siguen siendo razonables, el peligro está ahíâ€, sentencia Blanchard.
2. Medidas políticas parciales o incompletas pueden empeorar las cosas“Hemos visto cómo las percepciones a menudo se agravaron despuíés de que en reuniones de alto nivel se prometiera una solución, pero luego se quedó a medias. O cuando los planes anunciados a bombo y platillo resultaron ser insuficientes o inviablesâ€, asegura este miembro del FMI.
3.Los inversores están confundidos entre la consolidación fiscal y el crecimiento
“Los inversores reaccionan positivamente ante noticias de ajuste fiscal, pero al mismo tiempo reaccionan de forma negativa cuando la consolidación te lleva a un menor crecimientoâ€, asegura Blanchard.
Ante esta situación, “los gobiernos han sentido que tenían que responder a los mercados, realizando un ajuste muy rápido, incluso desde el punto de vista de la sostenibilidad de la deudaâ€, añade.
En este sentido, Blanchard aclara que coincide en Angela Merkel en que el ajuste debe ser un maratón y no un esprín. Por ello, cree que llevará algo más de dos díécadas volver a los niveles de deuda previos a la crisis.
4. La percepción cambia la realidad“Para bien o para mal, los marcos conceptuales cambian los acontecimientos. Y una vez que han cambiado, no hay vuelta atrás. Por ejemplo, no se sabe muy bien quíé pasó en Italia durante el verano. Pero una vez que Italia se percibió como un riesgo, esta percepción se mantiene.
A pesar de todo, el economista jefe del FMI mantiene la esperanza. Asegura que volver a la senda de la recuperación será más duro que hace un año. “Habrá que hacer una consolidación creíble. Habrá que hacer provisiones suficientes para evitar desequilibrios múltiples. Habrá no que anunciar medidas sino que aplicarlas. Y habrá una colaboración mucho más eficaz entre todos los involucradosâ€, explica.
“Tengo la esperanza de que va un suceder. La alternativa es demasiado poco atractivoâ€, concluye.