Tras el estancamiento que mostró la economía española en el tercer trimestre, el Banco de España señala que la información coyuntural disponible, todavía incompleta, apunta a que la actividad se contrajo en los últimos meses del ejercicio, en un entorno de fuertes tensiones en los mercados financieros y de deterioro de las perspectivas de crecimiento en el área del euro y en el resto del mundo.
Por lo que respecta al consumo privado, los indicadores cuantitativos han mostrado una marcada debilidad en el cuarto trimestre. En concreto, las matriculaciones de vehículos particulares presentaron descensos intermensuales en octubre y noviembre en tíérminos de la serie ajustada de estacionalidad, con caídas interanuales en torno al 7 %, despuíés de la ligera mejora que habían registrado en el período julio-agosto. Tambiíén las ventas al por menor retrocedieron en octubre en tasa intermensual, con un descenso interanual cercano al 7 %.
La inversión en bienes de equipo tambiíén ha mostrado señales de atonía en los últimos meses del año. El indicador de clima industrial de las ramas productoras de estos bienes descendió en el promedio de octubre y noviembre respecto al tercer trimestre y, según la encuesta trimestral de la Comisión Europea a los empresarios manufactureros, el nivel de utilización de la capacidad productiva al inicio del cuarto trimestre del año se redujo en cuatro díécimas, hasta el 72,2 %.
Por su parte, la inversión en construcción ha prolongado su trayectoria contractiva. Los indicadores de consumos intermedios experimentaron intensas caídas, en tíérminos interanuales, en octubre en el caso de la producción industrial de minerales no metálicos y tambiíén en noviembre en el del consumo aparente de cemento.
Según los últimos datos disponibles de Aduanas, las transacciones de bienes en tíérminos reales con el exterior se moderaron en el mes de octubre. Las exportaciones reales de bienes aumentaron un 5,1 % interanual, tasa que es menos de la mitad de la observada el
tercer trimestre.
Respecto al turismo, los últimos indicadores publicados apuntan a una moderación del elevado dinamismo mostrado desde mediados del año 2010.
De acuerdo con los datos más recientes de Balanza de Pagos, el díéficit acumulado en la balanza por cuenta corriente se situó en 34 mm de euros en los nueve primeros meses del año (38,8 mm en el mismo período de 2010).
La debilidad de la demanda nacional se refleja claramente en los indicadores de oferta. Así, los indicadores referidos a la actividad industrial anticipan una evolución negativa en el cuarto trimestre.
Los indicadores de opinión relativos a los servicios muestran tambiíén un deterioro en el transcurso del cuarto trimestre. Así, el indicador de confianza que elabora la Comisión Europea empeoró alrededor de siete puntos en la media de octubre y noviembre con respecto al trimestre anterior.
En relación con el empleo en el conjunto de la economía, los datos mensuales más recientes, referidos al mes de noviembre, apuntan a un aumento del ritmo de destrucción de puestos de trabajo en el cuarto trimestre del año.
En tíérminos de Contabilidad Nacional, el Estado registró hasta noviembre un díéficit de 52,4 mm de euros, lo que representa el 4,8 % del PIB previsto para el conjunto del año, frente al díéficit del 5,2 % del PIB registrado en el mismo período de 2010.