La máxima autoridad disciplinaria de China informó de que 4.843 funcionarios chinos de alto rango fueron castigados en 2011 por cometer delitos disciplinarios, informó hoy el periódico “China Daily".
El portavoz del Departamento de Inspección Disciplinaria del Comitíé Central del Partido Comunista de China (PCCh), máximo órgano de control de la disciplina en el país, Cui Shaopeng, dijo que 777 del total de los funcionarios fueron transferidos a los departamentos judiciales respectivos.
De acuerdo a Cui, en 2011 las entidades de control disciplinario de China investigaron un total de 137.859 casos de violación disciplinaria de los cuales 136.679 fueron confirmados y causaron la detención y penalización de 142.893 trabajadores del Gobierno y miembros del partido.
Los casos más impactantes fueron la detención de oficiales de rango de las provincias de Zhejiang (este), Jiangxi (sur), Mongolia Interior (norte), Jilin (norte), así como la destitución del ex ministro de Ferrocarriles chino Liu Zhijun, retirado del cargo en febrero pasado por presunta corrupción.
Liu fue además acusado de ser uno de los oficiales responsables de la colisión de un tren de alta velocidad que acabo con la vida de 40 pasajeros en julio pasado.
El viceministro de supervisión de China, Qu Wanxiang, dijo que los casos de violación disciplinaria por lo general tienen que ver con la toma de tierras y demoliciones, supervisión de drogas y alimentos, construcción de casas públicas, agricultura, educación y salud y la imposición de multas irregulares en vehículos.
En 2011 se denunciaron cerca de 1.500 casos de apropiación ilegal de tierra y demoliciones, tras los cuales las autoridades detuvieron a 509 implicados, explicó Qu según la fuente.
En 2010 un total de 5.098 funcionarios de rango superior fueron castigados, lo que significó un incremento de 10,8% con respecto a 2009, según cifras oficiales chinas.
Las mismas cifras mostraros que, en los últimos años, solo en la provincia sureña de Cantón (Guangdong), 958 funcionarios fueron investigados por su tendencia a cometer violaciones disciplinarias y aunque íéstos exigían a sus subordinados el cumplimiento de valores morales.
En China el incremento de los casos de corrupción ha motivado la convocatoria de protestas en su población como las de febrero y marzo intentando imitar la “Revolución del Jazmín†de Túnez y pidiendo al Gobierno chino que acabara con estas prácticas y fuera “supervisado por el pueblo".
En junio de 2011 un estudio publicado por el Banco Popular de China (central) denunció que alrededor de 18.000 funcionarios chinos y ejecutivos de empresas estatales malversaron más de 120.000 millones de dólares entre 1990 y 2008, y huyeron al extranjero, en especial a Norteamíérica, Australia y al sureste asiático.