La exportación de opio afgano genera 2.400 millones de dólares, según la ONU
La exportación del opio afgano en 2011 generó 2,400 millones de dólares, lo que equivale al 15 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Afganistán, y contribuyó a financiar a la insurgencia talibán en el país, informó hoy la ONU.
Un estudio sobre el opio en Afganistán, realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), no aporta nuevas cifras sobre la extensión del cultivo a las ya anunciadas el pasado octubre, y que se traducían en un incrementado del 7 % de la superficie cultivada en 2011, hasta 131,000 hectáreas.
La producción de opio en 2011 tambiíén se incrementó en un 61 %, hasta un total de 5,800 toneladas míétricas, en comparación con las 3,600 toneladas en 2010, según el informe.
El precio del opio afgano subió un 133 por ciento en 2011 y las 131,000 hectáreas cultivadas supusieron 1.400 millones de dólares para los campesinos del país, informó la ONU.
El incremento del cultivo el año pasado se debió al alto rendimiento económico del opio, 11 veces más elevado que el trigo y que supone 10,700 dólares brutos por hectárea para los agricultores, según el estudio.
“El opio es una parte importante de la economía afgana, ofrece una financiación considerable a la insurgencia y alimenta la corrupciónâ€, advirtió hoy en un comunicado Yuri Fedotov, director de ONUDD.
En 2010 la producción de adormidera cayó un 48 % debido a una plaga, con descensos apreciables en las conflictivas provincias sureñas de Helmand y Kandahar, tradicionales bastiones de los insurgentes taliban.
Este descenso de la producción provocó que los precios del opio afgano subieran un 164 % en 2010 (unos 169 dólares por kilo de media, frente a los 64 dólares a que estaba en 2009).
Este aumento de los precios, que rompió una tendencia descendente registrada entre los años 2005 y 2009, volvió a hacer este año atractivo el cultivo de la amapola entre los empobrecidos campesinos del país centro-asiático.
“El estudio sobre el opio en Afganistán en 2011 envía un fuerte mensaje de que no podemos darnos el lujo de ser pasivos ante este problemaâ€, concluyó Fedotov.