El ICO ha acudido al rescate de la Comunidad Valenciana para evitar su quiebra con un una línea de críédito a tan sólo cuatro meses de unos 820 millones de euros, lo cual confirma que el Estado está sosteniendo a la región gobernada por Alberto Fabra. Otras cuatro entidades se han enganchado a la bandera del instituto público y han compartido este príéstamo: BBVA, Bankia, CaixaBank, Sabadell. Ahora bien, todos ellos le han cobrado un alto precio al Govern por asumir ese riesgo: un tipo de Euribor más 4 puntos (en torno al 5,3% en los niveles actuales).
Este rescate valenciano por el ICO ha tenido lugar ya en dos ocasiones, en las que ha refinanciado las inyecciones de liquidez de emergencia concedidas por por el Estado para evitar la quiebra de la región. El primero de estos dos críéditos proviene de la fallida colocación de 'bonos patrióticos' valencianos a mediados del mes pasado. Entonces, el Gobierno autonómico que preside Alberto Fabra estuvo al borde del default, pero un adelanto de las transferencias del Estado en unos días evitó la catástrofe.
Posteriormente, las entidades citadas acudieron en rescate de Valencia tras el llamamiento desesperado realizado unos días antes prestándole unos 600 millones, que es el importe que faltó por colocar de la fallida emisión de deuda por 1.800 millones. Bankia, CaixaBank y Sabadell estaban entre los colocadores de esos títulos, mientras que BBVA se sumó de nuevas. Por supuesto, lo más llamativo es la del ICO, con lo que la presencia del Estado se mantiene.
La segunda ocasión en que hubo que rescatar a Valencia fue el vencimiento de un críédito de 123 millones con Deutsche Bank a principios de este mes. El Ejecutivo regional no contaba siquiera con una cifra tan pequeña y devolvió con varios días de retraso el dinero que debía al banco alemán. De nuevo, fue el Tesoro el que anticipó el dinero, según reconoció la propia Generalitat, aunque negó que se tratara de un aval formal. Y de nuevo tambiíén, el instituto público arrastró a los otros cuatro bancos para refinanciar esta deuda y sumarla a la anterior.
Según fuentes del sindicato, la participación del ICO ha servido para atraer a algunas de estas entidades, que eran reticentes a entrar en el príéstamo, ya que lanza el mensaje de que el Estado no va a permitir que la Generalitat Valenciana incurra en impago, el gran temor de sus acreedores. En todo caso, no ha sido suficiente para que la línea de críédito tuviera unas condiciones menos duras ni para alargar su plazo siquiera hasta los seis meses. De hecho, Moody's bajó el rating a Valencia el jueves pasado por estas dificultades.
Sabadell y Santander, actitudes opuestas
Dentro de este sindicato, sobresale el papel del Sabadell, que parece haberse especializado en acudir al rescate de autonomías desesperadas... cobrando unos jugosos intereses en un tiempo de márgenes pírricos. Así, aparte de contribuir a la salvación de Valencia tambiíén prestó a finales del año pasado 150 millones a su comunidad de origen, Cataluña, para que el Gobierno de Artur Mas pudiera pagar la nómina de enero, como adelantó El Confidencial. Según las fuentes consultadas, las condiciones son similares a las ofrecidas a Valencia.
Finalmente, el Santander es la única gran entidad que ha renunciado a participar en el riesgo de prestar dinero a Valencia. Según algunas de las fuentes consultadas, el banco que preside Emilio Botín habría solicitado una negociación más amplia con el Ejecutivo central de Mariano Rajoy para obtener mayores garantías sobre la viabilidad de las finanzas de las distintas comunidades. A la espera de obtenerla, habría preferido quedarse fuera de momento.