La pelea entre ACS e Iberdrola se juega tambiíén en terreno de terceros. El fabricante de aerogeneradores Gamesa se ha convertido, de manera reiterada en los últimos meses, en protagonista colateral de una contienda que no le compete. Su condición de participada de la elíéctrica, que controla un 18% del capital y posee dos consejeros, se ha convertido en el argumento perfecto para las tesis de Florentino Píérez, que no consigue el mismo tratamiento para su participación en la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán.
Por este motivo, Iberdrola mide con pies de plomo cada paso que da en Gamesa, sobre la que pende la posibilidad de que se nombre un consejero delegado. Sin llegar a este punto, la última semana el fabricante de aerogeneradores anunció la creación de una comisión ejecutiva dentro del consejo de administración. Según la versión oficial, esta medida pretende equiparar a la compañía con el resto de cotizadas, que cuentan con este tipo de órganos para agilizar y apoyar el proceso de toma de decisiones.
Las razones, sin embargo, son algo más complejas. Aunque el actual presidente de Gamesa, el financiero Jorge Calvet, accedió al cargo de la mano de Iberdrola y, por lo tanto, cuenta con su plena confianza, no es menos cierto que la elíéctrica tiene opiniones diferentes sobre la forma de organización y reporte en el día a día de la compañía. Según distintas fuentes, Sánchez Galán preferiría un modelo donde compartieran responsabilidades un presidente no ejecutivo y un consejero delegado, aunque ese momento no llega.
Mientras Iberdrola resuelve ese dilema, ACS sigue esperando excusas que le permitan demostrar el ascendente que la elíéctrica mantiene sobre Gamesa. En este contexto, antes de la creación de la comisión ejecutiva, volvió a aparecer el nombre de algún candidato para consejero delegado. Esta vez el aspirante era el Juan Tomás Hernani, ex alto cargo del ministerio de Ciencia y Tecnología como número dos de la ministra Cristina Garmendia, de cuya gestión existen sospechas de irregularidades, según ha denunciado este diario.
Para marcar distancias, la elíéctrica asegura que sólo mantiene una relación comercial con Gamesa y que la gestión de su participada es independiente. Sin embargo, incluso la comisión ejecutiva da pie a suspicacias, ya que además del presidente (Calvet), la forman Juan Luis Arregui (exfundador y accionista de Gamesa, y tambiíén de la elíéctrica, donde tuvo que dejar todos sus cargos para no dar razones a ACS), dos consejeros de Iberdrola y el independiente Luis Lada, extelefónico y amigo de Sánchez Galán de su pasado en Airtel.
Por el camino, además, Calvet ha realizado algunos movimientos extraños, como el fichaje de Josíé Luis del Valle. El que fuera responsable de estrategia de Iberdrola, de donde salió a finales de 2010 de manera algo sorprendente, se incorporó a Gamesa como asesor del presidente. Calvet repescó al estratega de Sánchez Galán para reforzar el salto internacional de la compañía, sin embargo su alianza profesional ha durado sólo un año, pues hace escasas fechas Del Valle renunció al cargo de asesor, según ha confirmado este diario.
A pesar de los números de Gamesa, que cierra 2011 por encima del objetivo de beneficios y con una cartera de contratos internacional cada vez más amplia, Iberdrola rompió el pasado verano su alianza eólica antes de tiempo. Esta situación no ha impedido, sin embargo, que la elíéctrica siga comprándole parques eólicos alrededor del mundo. Otro asunto es el precio de las acciones del fabricante vitoriano, cuya recuperación no ha evitado que Iberdrola tuviera que realizar una provisión de casi 200 millones por el deterioro de su inversión.
Para evitar este agujero en las cuentas, Iberdrola utiliza la misma justificación por la que ACS tampoco dota sus ingentes minusvalías por su participación del 20% en la elíéctrica, con la salvedad de que la constructora no tiene consejeros en el grupo energíético ni capacidad de influir, motivo por el que tampoco puede consolidar sus resultados. Sánchez Galán ha conseguido blindarse del acecho de Florentino Píérez. Además, el último fallo judicial le ha dado la razón. Hasta que ese frente se abra es probable que los tiros sobrevuelen por Gamesa.
