El Fondo Monetario Internacional (FMI) pretende incrementar hasta 1 billón de dólares (787.400 millones de euros) su capacidad de príéstamo con el fin de salvaguardar la estabilidad de la economía global frente a la crisis de la eurozona.
En concreto, la institución con sede en Washington estaría presionando a los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China), además de Japón y algunas potencias exportadoras de petróleo para que incrementen sus aportaciones, según indicó a Bloomberg una fuente de la entidad que quiso preservar el anonimato.
De hecho, la institución internacional dirigida por Christine Lagarde pretende cerrar un acuerdo al respecto en la próxima cumbre de ministros y banqueros centrales del G-20, que se celebrará en Míéxico los días 25 y 26 de febrero.
Lagarde subrayó en un comunicado la necesidad de que el FMI cuente con los recursos para dar una respuesta adecuada a la crisis y cumplir así su mandato de proporcionar estabilidad a la economía global.
"El mayor reto es responder a la crisis de manera adecuada", dijo Lagarde, quien expresó la "necesidad y la urgencia de realizar esfuerzos colectivos para contener la crisis de la deuda de la eurozona y proteger del contagio a las economías del resto del mundo.