TEPCO, operadora de la maltrecha central nuclear de Fukushima Daiichi, abonó hoy 320 millones de dólares al gobierno de Fukushima (noreste de Japón) para cubrir los gastos de chequeos míédicos a los posibles afectados por la radiación en la zona.
Según la televisión pública NHK, los 320 millones de dólares irán destinados a la compra de equipos para medir los niveles de exposición interna a la radiación, así como a otros programas de controles míédicos.
El pasado mes de octubre las autoridades de Fukushima iniciaron una campaña intensiva de exámenes míédicos sobre cerca de 4,900 niños de la provincia para determinar si sufren consecuencias por la radiación emitida por la central.
El gobierno provincial decidió efectuar los análisis despuíés de que muchas familias expresaran preocupación por la posibilidad de que sus hijos desarrollen cáncer de tiroides por la radiactividad, tal y como ocurrió tras el desastre de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
La crisis desatada en la planta nuclear de Fukushima Daiichi por el devastador tsunami del 11 de marzo llevó a evacuar a cerca de 80,000 personas en un radio de 20 kilómetros alrededor de las instalaciones, al tiempo que ha causado graves daños en la ganadería, pesca e industria de la provincia.
El Gobierno japoníés y TEPCO declararon a mediados de diciembre que los 3 reactores dañados se encuentran en estado de “parada fríaâ€, con temperaturas por debajo de los 100 grados centígrados, aunque advirtieron de que llevará años cerrar definitivamente la crisis.
La elíéctrica prevíé que durante este año fiscal, que concluye en marzo de 2012, tendrá que desembolsar cerca de 1.7 billones de yenes (unos 17,000 millones de euros) en indemnizaciones a los afectados, y la cantidad podría aumentar a 4.5 billones de yenes (unos 45,000 millones de euros) en los próximos dos años.