El Banco de España prevíé que la economía española se contraiga un 1,5% este año y tan sólo crezca un 0,2% el siguiente. Además, augura que no se creará empleo hasta la segunda mitad de 2013, según su boletín mensual de enero.
El organismo prevíé una contracción para 2012 del PIB del 1,5%, una cifra cercana a la caída del 1,7% que espera el Fondo Monetario Internacional.
Para 2013 espera "una modesta recuperación" del 0,2 %, "con tasas positivas desde el primer trimestre del próximo año, de forma que la economía española se iría aproximando a su ritmo de crecimiento potencial", explica el informe. En este punto, la entidad presidida por Miguel íngel Fernández Ordóñez, se muestra más optimista que el FMI que apunta todavía una caída del 0,3% el año que viene.
El Banco de España explica que el escenario macroeconómico aquí planteado es el resultado de una significativa contracción de la demanda nacional, parcialmente contrarrestada por una elevada contribución del saldo neto exterior. A su vez, "el retroceso de la demanda nacional resulta de la confluencia de un fuerte descenso de sus componentes público y privado, en un contexto en el que el gasto de las familias se verá restringido por el impacto de la consolidación fiscal sobre las rentas de estos agentes y por el menor empleo", añade el documento.
Además, el organismo explica que la debilidad de la demanda, el deterioro de las perspectivas económicas y las duras condiciones financieras determinarán descensos adicionales —aunque moderados— del gasto en inversión productiva privada en los dos próximos años.
Por otra parte, el organismo constata en el mismo informe que a lo largo del año pasado la “modesta recuperación†se fue debilitando. Así, explica que el PIB creció un leve 0,3% en el último trimestre del año en tasa interanual pero cayó un 0,3% respecto al trimestre anterior. En el conjunto del ejercicio, la tasa de aumento fue del 0,7%, en línea con los centros de análisis.
No habrá creación de empleo hasta la segunda mitad de 2013
El Banco de España asegura que "el descenso del PIB tendrá un impacto apreciable sobre el empleo, que, sin incorporar medidas adicionales en el mercado de trabajo, se concreta en una reducción del 3% en 2012, siguiendo la pauta más negativa observada en el tramo final del año pasado, que se atenuaría en 2013, en cuya segunda mitad se iniciaría la creación de empleo en tíérminos netos".
El organismo espera que la tasa de desempleo repunte hasta el 23,4% en 2012 y que se quede en el 23,3% en 2013.
El análisis advierte de que "estas proyecciones se formulan en un contexto especialmente incierto, en el que no han terminado de despejarse las dudas inherentes al desarrollo de la crisis de la deuda soberana. Igualmente, existe mucha incertidumbre sobre el impacto final de la consolidación fiscal sobre la actividad en el corto plazo, cuestión que, entre otras cosas, dependerá tambiíén de las medidas de consolidación fiscal que finalmente se instrumenten".
Por ello, el Banco de España no descarta que "posibles episodios de aumento de las tensiones en los mercados financieros o una evolución de la economía mundial más desfavorable que la proyectada aquí podrían resultar en una contracción más severa del producto".
Pero, por otro lado, "las políticas económicas pueden facilitar una disminución del coste del ajuste y aliviar su intensidad", añade.
Hay que mejorar el control de las cuentas para encauzar el díéficit
En este sentido, el informe destaca la necesidad de que definan cuanto antes las medidas que van a permitir el ajuste fiscal porque esto "tendería a reducir la incertidumbre".
Además, el Banco de España reclama mejorar "sustancialmente" las medidas de seguimiento y control de las cuentas de las administraciones públicas, en particular de las comunidades autónomas, ya que considera "imperativo" encauzar el díéficit público, que eleva al 8,1% del PIB en 2011.
El organismo supervisor indica que es "urgente" e "imprescindible" cumplir con el programa de consolidación fiscal, dado que tiene una "magnitud muy sustancial".
Señala que el díéficit de las comunidades autónomas se desvió en 2011 el 1,2 puntos porcentuales respecto a la previsión del anterior Ejecutivo, con lo que habría alcanzado un díéficit del 2,5 % del PIB.
El Banco de España asegura que es "fundamental" minimizar los riesgos de incumplimiento de los objetivos de díéficit marcados y puntualiza que deberían establecerse mecanismos que permitan conocer y reaccionar pronto a posibles desviaciones que se detecten.
Considera que el desbordamiento de las cuentas públicas en 2011 muestra algunas debilidades en los procedimientos de seguimiento y control de la ejecución presupuestaria y asevera que deben subsanarse "de forma inmediata" con el desarrollo de la legislación que prevíé la nueva Ley de Estabilidad y Sostenibilidad Presupuestaria que incluye la Constitución.
En el mismo sentido, indica que, a pesar de los esfuerzos acometidos para reforzar la transparencia en las cuentas públicas de las CCAA, hay que mejorar los instrumentos de seguimiento y reforzar el pacto fiscal acordado en la UE.
Necesidad de reformas
Asimismo, el organismo explica que "una mejora en la calidad de la información disponible acerca de la evolución de las cuentas de los niveles inferiores de las AAPP y su temprana disponibilidad permitirían reaccionar a tiempo a las posibles desviaciones en la ejecución presupuestaria que se pudieran producir".
En el ámbito del mercado de trabajo, el Banco de España reclama la aprobación de "una reforma integral de los mecanismos de negociación salarial y de las condiciones no salariales, así como de las modalidades de contratación", que "contribuiría a la reactivación del crecimiento a medio plazo y generaría efectos positivos sobre las expectativas".
Finalmente, el informe considera que "la confianza de los inversores internacionales se podría ver reforzada con nuevos avances en el proceso de reestructuración del sistema financiero en marcha".