El presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció que la propuesta de reforma tributaria que enviará dentro de dos meses al Congreso incluirá un incremento de los impuestos a las grandes empresas para financiar, entre otros aspectos, sus compromisos en materia de educación.
"Vamos a incrementar algunos impuestos, especialmente en primera categoría, es decir, a las grandes empresas, eliminar algunos 'loopholes' (espacios para la elusión), dar un alivio tributario a la clase media y a las pymes", explica en una entrevista que publica hoy el diario El Mercurio.
Con esa reforma tambiíén se buscará "simplificar el sistema, porque es demasiado complejo, corregir algunas distorsiones y fomentar a travíés de la política tributaria la inversión, el ahorro, la innovación y el emprendimiento", señala el mandatario.
La reforma se enviará al Parlamento "en marzo o abril de este año" y "va a significar un aumento moderado en la recaudación para financiar en forma seria y responsable los compromisos que adquirimos en materia educacional".
Para elaborar este proyecto, el Gobierno ha mantenido reuniones con los dos partidos de su coalición.
Mientras Renovación Nacional, partido del que surgió Sebastián Piñera, está a favor de mejorar la distribución de la carga tributaria, en la Unión Demócrata Independiente (UDI), más conservadora, apuestan más bien por una rebaja de impuestos.
Sobre las demandas del movimiento estudiantil, que pide un mayor papel del Estado en la educación, y las críticas que miembros de la UDI han hecho al Gobierno, al que acusan de no defender con suficiente vehemencia los postulados de derechas, Piñera se defiende.
"Hemos defendido la libertad de emprendimiento en la educación, porque no creemos en un Estado docente, creemos en una sociedad docente", apunta.
Respecto a la segunda gran reforma, la del sistema electoral, que ha estado en discusión en las últimas semanas, Piñera asegura que es partidario de llevarla a cabo, aunque considera que "hay prioridades más urgentes" que acometer, como reformar la salud, derrotar la extrema pobreza o proteger el crecimiento y el empleo.
El mandatario asegura además que la propuesta que Renovación Nacional firmó con la opositora Democracia Cristiana para reformar ese sistema ha causado "mucho daño" en las filas gubernamentales.
El sistema electoral binominal otorga el mismo valor a un 35 que a un 65 por ciento de los votos, lo que ha permitido que, con un tercio de los sufragios, la derecha haya obtenido cerca de la mitad de los escaños en las sucesivas elecciones tras el retorno a la democracia, en 1990.
En este sentido, Piñera se declara partidario de "mantener su naturaleza mayoritaria", porque da estabilidad y tiende a la creación de grandes bloques, pero considera que el sistema necesita correcciones para mejorar su representatividad y abrir espacios a otras fuerzas políticas.
Con este fin, el mandatario que ha impulsado un debate dentro de la coalición gubernamental para llegar a un acuerdo sobre esa posible reforma y presentarla despuíés al resto de partidos políticos