Los futuros de las principales bolsas europeas apuntan al rebote, despuíés de los acuerdos fiscales de la cumbre de Bruselas y de los nuevos progresos para aliviar la deuda de Grecia. El Ibex busca sumarse a las subidas, y afianzar los 8.500 puntos, aunque cuenta con la presión de Repsol, tras el varapalo a su filial YPF, y a la espera de los resultados de Santander.
Los valores de la bolsa española adquieren hoy protagonismo destacado. La temporada de presentación de resultados aporta hoy las cuentas del mayor banco español.
Las previsiones de consenso indican que el beneficio del mayor grupo bancario español debería rondar los 7.500 millones, lo que supondría un descenso próximo al 8% frente a 2010. No obstante, este sería el resultado ordinario, al que habría que restar las provisiones extraordinarias que el banco decida adoptar para el ladrillo.
Pero al margen de los resultados de Santander, buena parte de la expectación en la bolsa española se centra en conocer cómo reacciona la cotización de Repsol al desplome de YPF. La filial argentina se ha desinflado un 10% en medio de rumores de nacionalización por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y de las amenazas de EEUU con "sangrar" a Repsol si un escape de crudo afecta a las costas de Florida.