Banco Santander ganó en 2011 5.351 millones de euros, lo que supone un descenso del 35%. Dicho resultado habría sido de 7.021 millones (-14%) si no se hubiera realizado en el cuarto trimestre un saneamiento de riesgos inmobiliarios en España por importe de 1.812 millones y no se hubiese amortizado 600 millones del fondo de comercio de los negocios en Portugal.
Los analistas esperaban un resultado de 7.500 millones (lo que hubiese supuesto un descenso del 8%) sin contar con las provisiones extraordinarias, con lo que el banco ha quedado ligeramente por debajo. Santander sigue así los pasos del restos del sistema financiero español que, a petición del Gobierno, está llevando a cabo fuertes saneamientos a cargo de las cuentas de 2011 para sanear balances.
Además, en el caso de Santander, el banco ha aplicado los 1.513 millones procedentes de plusvalías a otros saneamientos extraordinarios.En consecuencia, estas dotaciones para riesgo inmobiliario permiten llevan la cobertura de los inmuebles adjudicados desde el 31% al 50%. El fondo de provisiones acumulado asciende a 4.278 millones, frente a unos activos inmobiliarios adjudicados de 8.552 millones brutos.
En el informe financiero remitido hoy a la CNMV, la entidad explicó que los ingresos aumentaron durante el ejercicio un 5%, hasta 44.300 millones y absorbieron unos costes de 19.900 millones, que crecen al 9%, en parte debido a que "las unidades en países emergentes están invirtiendo en apertura de oficinas y nuevos negocios", según sus propias palabras.
Los recursos de clientes gestionados por el Grupo ascienden a 984.353 millones a cierre de 2011, prácticamente la misma cifra que un año antes, mientras que los depósitos de
clientes crecen a ritmos del 3%. Los depósitos del sector residente alcanzan 171.147 millones y los de no residentes, en 460.911 millones, con crecimientos del 6% y 3%, respectivamente.
El importe de la inversión crediticia neta del grupo se situó en 750.100 millones al cierre de 2011, casi un 4% más que hace un año. Sin embargo, en España, el críédito al sector residente cae el 7%, mientras que el no residente aumenta un 8%.