La tasa sobre las transacciones financieras que el Gobierno francíés quiere aplicar desde agosto gravará las acciones de la Bolsa de París, pero tambiíén dos productos considerados los más especulativos, los CDS sobre los títulos de deuda soberana y las órdenes automáticas de alta frecuencia.
"Se gravarán de forma selectiva las actividades más especulativas de los mercados financieros", dijo hoy el primer ministro galo, Franois Fillon al señalar que el nuevo impuesto cubrirá esos dos productos, así como las transacciones sobre las empresas francesas, al margen del lugar desde donde se realizan.
Fillon justificó en conferencia de prensa el gravamen de los CDS (Credit Default Swaps) al descubierto que sirven para cubrir el riesgo de los títulos soberanos porque "pueden desestabilizar el mercado de deuda de los Estados". En la misma línea, afirmó que las operaciones de negociación automática de alta frecuencia "pueden desestabilizar el funcionamiento normal de los mercados".
El impuesto, del 0,1% de su valor, entrará en vigor desde agosto y debería permitir una recaudación de 1.000 millones de euros anuales en Francia. El primer ministro reiteró que su país quiere ponerlo en práctica antes de lograr un acuerdo con sus otros socios europeos porque "el proceso es lento y hay resistencias".
Se trata, dijo, de "un dispositivo que permitirá demostrar a los reticentes que este impuesto se puede hacer, no tiene efectos perversos para la economía y responde (...) a los excesos del sector financiero" y a "las necesidades del desarrollo".
Fillon recordó que durante la presidencia francesa del G-20 en 2011, París había defendido esta tasa y consiguió que Brasil, Argentina y Sudáfrica "se sumaran a las posiciones que defendíamos".
El candidato socialista a las presidenciales de primavera en Francia, Franois Hollande, señalo que la propuesta del Gobierno "sólo se aplica a ciertos productos" y "está muy lejos de la tasa que el Parlamento Europeo había querido".
"Veremos lo que haremos si los franceses nos dan su confianza", comentó en una comparecencia ante la prensa Hollande, que hizo hincapiíé en que este nuevo gravamen sustituye a otro que Sarkozy había suprimido, "el impuesto bursátil".
Por eso el líder socialista, que recordó que su partido desde hace mucho aboga por gravar las transacciones financieras, consideró el proyecto actual "una incoherencia" más del mandato del actual jefe del Estado.
Fillon desgranó el detalle del nuevo plan de medidas contra la crisis anunciado anoche por Sarkozy, como la subida del IVA, compensada por una rebaja de las cotizaciones sociales que pagan las empresas, o un incremento del 30% de los derechos de construcción en las parcelas edificables, salvo que haya una oposición explícita de los ayuntamientos.
Tambiíén indicó que se creará un organismo público de financiación de pequeñas y medianas empresas con una dotación de 1.000 millones de euros, que así podrá prestar por un total de 10.000 millones.
Para favorecer el desarrollo de la figura del aprendiz, se duplicarán las penalizaciones para las grandes compañías que no llegan al 1% de los jóvenes en aprendizaje entre su personal.