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Autor Tema: El Gobierno descarta bajar cotizaciones: "Nos han dejado una bomba de relojerí­a"  (Leído 121 veces)

Eguzki

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La reforma laboral no llegará ‘con un pan bajo el brazo’, dicen en la Seguridad Social. O lo que es lo mismo, no incorporará rebajas en las cotizaciones que pagan empresarios y trabajadores al sistema público de protección social. ¿La causa? La delicada situación de tesorerí­a de la Seguridad Social, que en 2012 afronta su año más difí­cil desde el comienzo de la crisis.

“No hay ningún margen”, asegura uno de los nuevos gestores. La situación es “tan mala” que ni siquiera hay posibilidad de mantener un sistema de bonificaciones que se ha demostrado “ineficiente”. Las bonificaciones que incorpore la nueva reforma laboral tendrán que ser financiadas por el Estado con impuestos o por fondos de la Unión Europea, como se ha decidido en el Consejo Europeo, pero en ningún caso con dinero de la Seguridad Social

La rebaja de las cotizaciones viene siendo reclamada por la CEOE prácticamente desde sus orí­genes, y aunque durante las negociaciones de la anterior reforma laboral el Gobierno Zapatero llegó a poner sobre la mesa un recorte de dos puntos (los empresarios querí­an cinco), finalmente no se aprobó. Pero las cosas han ido a peor, y hoy el nuevo Ejecutivo ni siquiera está en condiciones de mantener esa propuesta. Máxime cuando la separación de fuentes es una “entelequia” y hoy la Seguridad Social financia partidas que tendrí­a que pagar el Estado ví­a impuestos y no con cotizaciones sociales.

Y es que los nuevos altos cargos de la Seguridad Social se han encontrado un escenario dramático. Mucho peor de lo estimado inicialmente. Según sus palabras, “nos han dejado una autíéntica bomba de relojerí­a”. Y no sólo en tíérminos cuantitativos -el díéficit en 2012 será muy superior a los 600 millones que ha adelantado el Gobierno para 2011-, sino tambiíén cualitativos.

Buena parte del empleo que se está perdiendo ahora es de alta cualificación, y eso ha ensanchado la grieta de los ingresos. El caso de Spanair, donde muchos trabajadores (más de 2.000 de forma directa) tienen altas bases de cotización, es el último ejemplo.

Asalariados con contrato indefinido

Pero tambiíén está ocurriendo algo parecido en el empleo industrial, donde la destrucción de  puestos de trabajo se está concentrando entre los asalariados con contrato indefinido, que habitualmente pertenecen a grupos de cotización más altos. De los 485.100 empleos que se perdieron el año pasado (sólo asalariados) nada menos que 389.000 fueron indefinidos, cuyas bases de cotización son normalmente más elevadas que las de los temporales.

En palabras de un alto cargo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, “estamos ante una verdadera sangrí­a” que se irá intensificando a medida que avance el año. El segundo semestre será, en este sentido, particularmente delicado, toda vez que en el conjunto del ejercicio se pueden perder en torno a los 500.000 empleos, mientras que la entrada de nuevos pensionistas continuará creciendo.

Ahora, sin embargo, lo que más preocupa a los responsables de la Seguridad Social no sólo es la morosidad procedente del sector privado, sino tambiíén del público, con crecientes deudas que no se pagan, particularmente en algunas regiones como Andalucí­a. La ministra Fátima Báñez presentará un informe al respecto durante su primera comparecencia parlamentaria, el próximo dí­a 7.