Hola Diego.
¿Recuerdas que el verano pasado me comentaste que habías comprado acciones de Zeltia? Como habían aprobado el medicamento ese contra el cáncer, parecía que la acción se iba a disparar. Por desgracia, yo tambiíén compríé acciones.
Hoy he vendido todas, perdiendo más o menos la mitad de lo que invertí. Metí unos 9.000 euros, y se han convertido en 4.300.
Ya sabes lo duro que es vender acciones perdiendo dinero, pero, despuíés de lo que me contó ayer Pepe, mi amigo del colegio, casi me parece un milagro haber recuperado la mitad de mi dinero. Quiero avisarte de la que se viene encima, para que vendas las tuyas, porque seguro que dentro de un año no valdrán ni la díécima parte que ahora. Y eso si es que sigue existiendo la empresa.
¿Te acuerdas de Lucía, la novia de Pepe? Pues lo dejaron la semana pasada. Resulta que ella le llevaba poniendo los cuernos con su jefe más de dos años. í‰l ni se lo imaginaba, y se enteró de una forma bastante curiosa. La chica escribía un diario en el ordenador, protegiíéndolo con una contraseña. La muy despistada, se dejó abierto el archivo y Pepe lo vio. Leyó un poco por curiosidad y se quedó de piedra. Aprovechando que ella se había ido a comer con sus padres (o a acostarse con el jefe, quien sabe), tuvo varias horas para leerlo entero.
No síé si sabías que la chica trabaja en Zeltia, como secretaria de uno de los altos directivos. Bueno, pues en su diario escribió que, entre lo que le contaba su jefe cuando se acostaban, y algunas cosas raras que veía por la oficina, se empezó a oler que había algo extraño. Investigando un poco, descubrió una historia acojonante. Resulta que algunos de los directivos de la compañía llevan usando Zeltia bastantes años como tapadera. Como fabrican productos químicos y medicamentos, tienen acceso a comprar muchas sustancias que un particular no podría, porque se usan para producir drogas y es necesario permiso para adquirirlas. Gracias a Zeltia, obtienen todos esos productos y con ellos sintetizan pastillas, LSD y drogas sintíéticas, que venden a algunos traficantes.
Parece que fabrican una buena cantidad de droga, toda la que son capaces de hacer con los productos que pueden comprar sin llamar demasiado la atención. Aunque de eso sólo están al corriente unos cuantos directivos (entre ellos, el jefe de Lucía) y puede que algún accionista gordo de la empresa. Entre ellos se reparten los beneficios, y el negocio parece que les ha estado dejando bastante pasta, que cobran en dinero negro y se preocupan de esconder convenientemente.
Bueno, pues resulta que lo último que había escrito la chica en su diario es que las cosas en la oficina estaban muy revueltas. El jefe había estado buscando abogados especialistas en tráfico de drogas y, por una conversación que oyó la chica, parece que los directivos implicados se han enterado, por algún contacto que tienen en la policía, que, como parte de una investigación, el telíéfono de alguno de los traficantes estaba pinchado, y el juez ya tiene bastantes conversaciones grabadas para intervenir la empresa y detener a todos los implicados. Las detenciones van a ser en breve. La noticia no tardará en salir en los periódicos, y puedes imaginarte lo que pasará a la cotización.
Y, sobre el medicamento ese del que tanto se ha hablado (y que tanto dinero nos ha costado a algunos), resulta que es un montaje para mantener la tapadera y tener acceso a la compra de más productos para fabricar drogas. Montar un laboratorio farmacíéutico no es sencillo, por eso gastaron millones y millones en comprar estudios realizados por otros laboratorios y en contratar a quien ha hecho falta para poder tener algún medicamento en el mercado y en desarrollo y ser considerados empresa investigadora. Pero su único interíés es la tapadera, no preocupa mucho que el medicamento sea rentable. Gastan lo que hace falta para que todo salga adelante y parezca que hacen algo y ya está. A fin de cuentas, lo financian todo emitiendo nuevas acciones, así que a ellos no les cuesta ni un duro.
Cuando salte la noticia, detengan a los implicados, y analicen las cuentas, saldrá a la luz que la producción de medicinas en Zeltia es un despilfarro de dinero, y no quedará otro remedio que malvender o cerrar todo lo relacionado con ese tema. Lo más seguro es que sólo queden abiertas las fábricas de insecticidas y barnices. Puede que ni eso, porque la empresa tiene muchas deudas y hasta esas fábricas deben estar hipotecadas para respaldar los críéditos. Además, como estos pollos se han cuidado de no tener casi ninguna posesión en España a su nombre, les quitarán sus acciones, que no valdrán casi nada, y los pequeños accionistas no podrán ni reclamarles daños y perjuicios, por haber usado la empresa como tapadera, porque no tendrán ningún patrimonio "legal" para resarcir a los perjudicados.
Es bastante indignante. Muchos hemos perdido un dinero que nos vendría de perlas para pagar la hipoteca mientras que otros, que seguro que no pasarán ni un año dentro de la cárcel, vivirán a cuerpo de rey el resto de su vida con todo lo que han escondido. Y eso que les han pillado, que si no les pillan, podrían haber juntado muchos millones más, y nuestras acciones haber seguido bajando y bajando.
Así que ya sabes, si no quieres perder la otra mitad del dinero, vende las acciones lo antes posible. Y, cuando hayas vendido, avisa a tus amigos, por si alguno tiene acciones y puede venderlas antes de que se hunda la cotización.
Aunque te escribo poco, puedes ver que, cuando lo hago, te cuento cosas interesantes. A ver cuando quedamos, para esa cena que tenemos pendiente.
Un abrazo.