La mayor petrolera de Europa sufrió una caída en el beneficio trimestral tras la caída de los precios del gas y las interrupciones de producción. En concreto, la ganancia de Royal Dutch Shell ascendió a 6.500 millones de dólares en el cuarto trimestre, frente a los 6.790 del mismo periodo del año anterior.
Excluyendo ítemes extraordinarios y cambios en el inventario, el beneficio se situó en 4.800 millones de dólares, frente a una estimación de los analistas consultados por Bloomberg de 5.200 millones de dólares.